"Está absolutamente claro que estamos en el nivel 6 del INES (Escala Internacional Nuclear y de Sucesos Radiológicos, INES, por sus siglas en inglíés). Es decir, entre Tree Mile Island y Chernobil". Así lo ha reconocido el presidente de la Autoridad de la Seguridad Nuclear de Francia, Andríé-Claude Lacoste. La situación en la central japonesa de Fukushima se complica tras las últimas explosiones y el deterioro de los reactores 5 y 6, que hasta ahora permanecían parados. El miedo a la radiación se ha apoderado de los japoneses.
El sistema de contención del reactor número 2 de la central nuclear de Fukushima "ya no es estanco", declaró Lacoste. "No se sabe hasta quíé punto el sistema de contención está dañado", pero aseguró que íéste "ya no es estanco". Según un comunicado de la ASN, el 2 es el reactor que suscita "mayores preocupaciones" y cuyo núcleo "se ha fundido parcialmente"; añade que en íél se produjeron "dos explosiones sucesivas, a las 06:10 y 10:00 horas locales".
Estas explosiones, sigue la ASN, "probablemente han causado una degradación del sistema de contención; ese es el origen del aumento significativo de residuos radiactivos detectados". La autoridad francesa recuerda además que ese reactor se paró automáticamente cuando se produjo el terremoto y que "no se enfrió durante varias horas". "Es evidentemente una catástrofe", declaró Lacoste, quien se pronunciaba despuíés de que el propio Gobierno galo considerara que el riesgo por el accidente nuclear en Japón es "extremadamente elevado". Así lo afirmó el ministro francíés de Exteriores, Alain Juppíé, quien dijo que los últimos datos procedentes de aquella central nuclear japonesa afectada por el terremoto de la semana pasada parecen conducir a una "catástrofe nuclear".
Las autoridades japonesas están desbordadas. Tras cuatro días de trabajos infructuosos para controlar la situación en la central nuclear de Fukushima, advirtieron hoy de un posible aumento de la radiación despuíés de que se produjeran un incendio y otra explosión en la planta, en torno a la cual se ha declarado una zona de exclusión aíérea de 30 kilómetros. El país, conmocionado aún por el devastador seísmo del día 11, amaneció con la noticia de una nueva explosión en la central nuclear de Fukushima por acumulación de hidrógeno en el edificio del reactor número 2, tal y como ya había ocurrido con los reactores 1 y 3.
El primer ministro japoníés, Naoto Kan, ha admitido que podría producirse una fuga radiactiva de la central nuclear de Fukushima-1 despuíés de la explosión registrada hace unas horas en el reactor número dos, según informa la agencia de noticias Kiodo. En una breve comparecencia televisada, el mandatario ha subrayado la necesidad de evacuar a las personas que viven a menos de 20 kilómetros de la planta, al tiempo que les ha instado a permanecer en el interior de sus casas hasta que se complete el desalojo. A pesar de lo complicado de la situación, el 'premier' ha solicitado a la población de esta prefectura que mantenga la calma.
Aumenta el riesgo en Fukushima
La situación en la central Fukushima de Japón no ha mejorado en las últimas horas. Medio centenar de operarios luchan para impedir que se produzca una catástrofe nuclear tras la evacuación hace unas horas de los 800 ingenieros que trabajan en Fukushima. El último estallido tuvo lugar a las 06.10 hora local (21.10 GMT del lunes), poco despuíés de que el Gobierno admitiera que ha detectado partículas radiactivas en Tokio, a 240 kilómetros del lugar. Tras la explosión, los niveles de radiación superaron el límite legal hasta llegar durante un instante a los 8.127 microsievert, ocho veces por encima del tope recomendado para la salud, según la agencia local Kyodo.
Apenas tres horas despuíés, un incendio causado a su vez por combustión de hidrógeno afectó al edificio que alberga el reactor 4 de la planta de Fukushima, inactivo desde antes que ocurriera el devastador seísmo de 9 grados Richter. En la planta nuclear número 1 de Fukushima sólo se encuentran 50 trabajadores, despuíés de que el grueso de empleados, unos 800, hayan sido evacuados, mientras el Gobierno ha pedido a los residentes en un perímetro de entre 20 y 30 kilómetros alrededor de la central que permanezcan en sus casas y cierren las ventanas.
Asimismo, las autoridades japonesas han informado a la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) de que el contenedor del reactor número cuatro de la central nuclear ha liberado radiactividad a la atmósfera. Sin embargo, el incendio que se había declaro ha sido finalmentemente apagado.
Zona de exclusión aíérea
Tambiíén se ha decretado una zona de exclusión aíérea en el radio de 30 kilómetros alrededor de la planta, operativa desde 1971, mientras los niveles de radiación han sobrepasado 400 veces el nivel considerado seguro para las personas alrededor del reactor número 3. Los niveles de radiación han aumentado en amplias zonas, incluida Tokio.
"El peligro de más fugas de radiación está creciendo", advirtió el primer ministro, Naoto Kan, al tiempo que instó a la población a "actuar con calma". Según la agencia Kyodo, la radiación fue hasta 33 veces superior al límite legal en Utsunomiya, capital de la provincia de Tochigi, al norte de Tokio, y tambiíén se midió radiación nueve veces por encima de lo normal en Kanagawa, al sur de la ciudad.
En la capital tambiíén se elevaron los niveles de radiación y se detectaron pequeñas cantidades de sustancias radiactivas como cesio, según el Gobierno Metropolitano, citado por la agencia Kyoo. La televisión local NHK señaló que la radiación en Tokio superaba en cerca de 20 veces el nivel ordinario, aunque según las autoridades locales esto no implica riesgos inmediatos para la salud.
Tambiíén en otras provincias, como Kanagawa y Saitama, la radiación alcanzó entre 10 y 40 veces su nivel habitual. Los ciudadanos de estas zonas, especialmente de las más cercanas a Fukushima, donde hay cerca de 200.000 evacuados, siguen con preocupación las noticias sobre la central. Mientras tanto, continúan las labores de búsqueda de supervivientes del terremoto y el devastador tsunami del viernes, que ha causado al menos 2.478 muertos y 3.611 desaparecidos, según el último recuento oficial de la policía.
Se teme, sin embargo, que esta cifra aumente, ya que las autoridades locales de provincias las de Miyagi e Iwate, dos de las más afectadas por el tsunami, hablan de miles de desaparecidos. La inquietud por la situación en la central de Fukushima hizo que la Bolsa de Tokio se desplomara hoy más de un 10 por ciento, hasta cerrar en poco más de 8.600 puntos, su nivel más bajo desde abril de 2009.