El elíéctrico y el asegurador son los dos sectores en los que más impacto va a tener la debacle de Japón. En el primer caso, la consultora de riesgos provocados por catástrofes naturales, Air Worldwide, cifra entre 15.000 y 35.000 millones las píérdidas para la industria, mientras que en el segundo, el debate sobre la energía nuclear provocado por el colapso de los reactores nipones se traduce en posibles cambios en materia de política energíética.
No obstante, toda cruz tiene su cara y la crisis nuclear japonesa está impulsando otras fuentes de energía como son el petróleo, gas natural o carbón. De hecho, según aseguran los analistas de Barclays, para reemplazar la completamente la corriente que suministraban los tres reactores nipones cerrados y que ascendía a unos 12.000 MW haría falta un incremento de 7,800 toneladas por día de carbón, 143.000 barriles diarios de combustible, 67.000 barriles diarios de crudo y 800 millones de pies cúbicos de gas natural.
A esto hay que sumar que “las instalaciones comerciales e industriales así como los edificios residenciales se han visto dañados o destruidos por el tsunami y el terremoto. Esto significa que el suministro energíético no va a recuperar sus niveles previos al terremoto en 2011 y, posiblemente, nunca lo haráâ€, defienden desde la entidad británica.
Pero, aunque el sector energíético en su conjunto se calienta al mismo ritmo que se suceden las informaciones sobre la evolución de los reactores nucleares de Japón y el aumento de las fugas y radioactividad, son otras muchas las industrias que en mayor o menor medida se pueden ver afectadas por la parálisis de la que hasta hace poco ha sido la segunda economía del mundo.
Según asegura Kiichi Murashima, economista de Citigroup para el país, “la caída de la producción puede verse compensada por la demanda para la reconstrucción, teniendo en cuenta el impacto negativo en el crecimiento a corto plazoâ€. Así, desde la entidad no esperan que el terremoto afecte a los “conductores clave de la recuperación económica mundial o en el apetito por el riesgo de los inversoresâ€.
De esta manera, uno de los mercados más beneficiados a medio plazo de la tragedia es el de las commodities. "Es posible que la demanda de materias primas asociada a la reconstrucción de las infraestructuras japonesas tenga un fuerte impacto en los precios y dispare el beneficio de las mineras en 2012", afirman desde la entidad. No obstante, a corto, la caída de los precios de las materias primas puede lastrar los resultados de las mineras. Así, desde el lunes, las compañías del sector están sufriendo el castigo de los inversores en bolsa, siendo las relacionadas directamente con el uranio las que peor lo están pasando. No en vano, ayer el precio del mineral clave para la energía nuclear se desplomó más de un 9%.
En cuanto a la exposición de las compañías europeas a Japón, el mapa es de lo más variopinto. Entre las telecos, Citi apuesta por un impacto del 10% en el Ebitda de Ericsson, mientras que la exposición de Alcatel es del 5%. Caso aparte es el de los semiconductores. Y es que Japón es el suministrador del 15% de los ordenadores, electrodomíésticos y equipos de comunicación de todo el mundo y exporta el 50% de los semiconductores producidos.
Además, el 45% de los chips electrónicos se fabrican en Japón, así como el 14% de las televisiones LCD. “Esperamos al menos dos semanas de cortes en el suministro de material o componentes†aseguran desde Citi. Además, los cortes en la producción desde automóviles hasta videojuegos pueden afectar a compañías como Toshiba, Canon, Nikon, Honda, Nissan o Toyota, entre otras.
Así, por ejemplo el fabricante galo Renault puede sufrir en su cuenta de resultados el cierre temporal de las plantas Nissan, de la que tiene el 43% del capital. Los analistas de Citigroup cifran en hasta 200 millones de euros el impacto en el beneficio de Renault. Mientras que Daimler, BMW y Volkswagen están estudiando redirigir parte de su suministro a otras partes del mundo hasta que puedan volver a Japón.
Finalmente, desde la entidad restan importancia al impacto que la catástrofe nipona puede tener en otros sectores como el aeroespacial, el financiero, textil o el alimenticio, del que aseguran que sólo Nestle, Unilever y Danone tienen alguna presencia de relevancia en el país.
