La CE aprueba la creación de un impuesto de sociedades europeo
Bruselas aprobó ayer el proyecto de creación de un impuesto de sociedades europeo. Las empresas que lo deseen podrán presentar una sola liquidación de resultados para toda Europa, aunque la parte de negocio asignada a cada país se seguirá gravando con el tipo impositivo nacional.
Así se repartirá la recaudación
La armonización de la base imponible prevista en el proyecto de directiva aprobado ayer permitirá a las empresas pagar el impuesto de sociedades sobre toda su actividad europea en su país de origen. La hacienda principal remitirá al resto de países donde opera la compañía una parte de la recaudación.
Para proceder al reparto se calculará primero la base imponible total de la compañía, sumando las ganancias o píérdidas en todos los mercados. La base resultante se divide entre los países en función de la presencia de la compañía en cada mercado, calculada con arreglo a tres criterios: activos, empleo (número de trabajadores y masa salarial) y facturación. Por último, la parte asignada a cada país se grava con el tipo de imposición vigente en cada Estado. Una empresa domiciliada, por ejemplo, en Irlanda, pagará el 12,5% sobre la base correspondiente a ese país. Pero el 34% sobre su actividad en Francia.