Los ataques contra Libia autorizados por la ONU se llevarán a cabo "rápidamente", "dentro de unas horas", y los militares franceses "participarán" en ellos, declaró este viernes el portavoz del gobierno francíés Franí§ois Baroin. Por otro lado países como Italia o Polonia han anunicado que están dispuestos a ceder sus bases militares pero no participarán activamente. España pone a disposición de la OTAN el portaaviones Príncipe de Asturias y medio centenar de militares | Análisis: El ríégimen libio, condenado a muerte
"Los ataques se llevarán a cabo rápidamente", declaró Baroin, aunque se negó a precisar "cuándo, cómo, contra quíé objetivos y bajo quíé formas"se desencadenarán. La intervención "no es una ocupación del territorio libio", sino "un dispositivo de índole militar para proteger al pueblo libio y permitirle coronar su impulso de libertad y por lo tanto la caída del ríégimen de Gadafi", agregó.
Los ataques, "en unas horas"
"Los franceses, que estuvieron a la vanguardia de este pedido (de intervención) serán naturalmente coherentes con la intervención militar, y por lo tanto participarán" en la operación, agregó.
Francia -que podría utilizar aviones militares estacionados en Córcega- y Noruega han sido los primeros países en anunciar que participarán en la operación militar. Dinamarca pedirá el respaldo del Parlamento para enviar aviones F-16 e Italia se ha mostrado dispuesta a ceder tres de sus bases militares en el sur del país para ejecutar la resolución de la ONU.
Los bombardeos podrán realizarse desde bases terrestres (francesas o italianas) o desde unidades navales. Cuatro portaaviones aliados han tomado posiciones: Enterprise y George W. Bush (EEUU), Charles de Gaulle (Francia) y Príncipe de Asturias (España).Esas unidades navales pueden lanzar contra las posiciones de Gadafi operaciones "desestabilizadoras" o meramente "selectivas", "quirúrgicas".
España habría ofrecido un contingente de medio centenar de militares destacados en el escuadrón de aviones espías de la OTAN que se encarga de controlar la situación en Libia, según informa Libertad Digital.
Italia y Polonia, sólo apoyo logístico
Italia está dispuesta a ceder tres de sus bases militares en el sur del país para ejecutar la resolución aprobada anoche por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas sobre la zona de exclusión aíérea en Libia, aseguran hoy varios periódicos italianos.
El Gobierno de Silvio Berlusconi, según los mismos medios, que citan "fuentes cualificadas", excluye, por el momento, que aviones italianos puedan participar para garantizar la zona de exclusión aíérea, dadas las connotaciones de Italia como antigua metrópoli de Libia, país con el que firmó en 2008 un Tratado de Amistad.
Pero, siempre que sus aliados de la OTAN así se lo pidan, el Gobierno italiano está dispuesto, dicen los medios, a permitir que los aviones de la alianza operen desde sus bases en el sur del país (Sigonella y Trapani Birgi, en la isla de Sicilia, y de Gioia del Colle, en la provincia de Bari), de las más próximas al territorio libio.
Igualmente, Polonia ha ofrecido ayuda logística pero rechaza su intervención militar.
Ofensiva en la ONU
El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó el jueves una resolución que permite "todas las medidas necesarias" para proteger áreas civiles y exige un alto el fuego a Gadafi, quien había anunciado una ofensiva militar contra Bengasi, el bastión de la rebelión.
El documento, que excluye la ocupación militar del país, supone el primer paso para que las fuerzas aíéreas de países como Francia o Reino Unido comiencen sus ataques de forma inminente sobre las zonas controladas por el ríégimen Francia y Noruega han sido los primeros países que han anunciado que participarán en la operación militar.
La medida recibió el respaldo de 10 de los 15 miembros del máximo órgano de seguridad internacional, mientras que ninguno votó en contra y los otros cinco se abstuvieron. En concreto, Brasil, India, Alemania, China y Rusia; estos dos últimos son miembros permanentes del Consejo de Seguridad y su voto en contra habría supuesto el veto de la medida.
El borrador tambiíén endurece el embargo de armas al país y refuerza las sanciones impuestas el mes pasado a Gadafi y su círculo más cercano de colaboradores, además de incluir aspectos para evitar el uso de mercenarios por parte de Trípoli.
Decisión 'histórica'
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, ha calificado la decisión de "histórica", a travíés de un comunicado en el que tambiíén señala que "dada la crítica situación sobre el terreno (en Libia), espero acción inmediata en los relativo a las provisiones de la resolución".
Asimismo, Moon ha asegurado: "Estoy preparado para asumir mis responsibilidades, tal como se mandata en la resolución, y trabajaríé estrechamente con los estados miembros y las organizaciones regionales para coordinar una respuesta conjunta, efectiva y a tiempo".
El embajador del Líbano, Nawaf Salam, se ha manifestado como representante del único país árabe en el Consejo y afirma que "la resolución toma en cuenta la causa del pueblo del Libia y pretende acabar con los crímenes atroces en contra del pueblo que cometen las autoridades" del ríégimen quienes, a su juicio, "han perdido toda su legitimidad".
Alegría y celebración en Bengasi
La noticia ha sido recibida con júbilo en las calles de Bengasi, donde decenas de miles de personas se dirigen hacia la Plaza de los Mártires para celebrar la respuesta de Naciones Unidas. Muchas voces, en el camino a la plaza, reclaman: 'Y ahora hay que matar a Gadafi', informa Javier Espinosa desde el bastión rebelde.
El cielo se ha llenado de luces y ráfagas procedentes de las balas trazadoras y el sonido de disparos al aire se ha impuesto en todos los rincones de la ciudad. Los asistentes a la plaza corean consignas como "Oh Muamar, mentiroso" o "Habitantes de Trípoli, llamad a la libertad". Una pancarta que portaba uno de los congregados decía: "Nota urgente Muamar: Libia no te quiere".
Bengasi se ha convertido en el objetivo de la última amenaza del líder libio, Muamar el Gadafi, que había anunciado horas antes un ataque "sin compasión ni misericordia" sobre este punto para la noche del jueves. "Estás son las últimas horas de esta tragedia, llegaremos esta noche y no tendremos compasión", ha advertido.
Tras este mensaje del dictador, los revolucionarios pidieron a las potencias internacionales que bombardeen a las tropas de Gadafi para proteger a la población civil. El presidente del Consejo Nacional Transitorio (CNT) libio, Mustafá Abdelyalil, ha declarado que una eventual zona de exclusión aíérea sobre Libia sería "insuficiente".
Minutos despuíés de conocerse la aprobación, los ciudadanos seguían llegando al centro de los festejos en Bengasi, segunda ciudad de libia y principal bastión rebelde. Fuentes revolucionarias aseguraron a Al Yazira que la celebración por la aprobación de la resolución en el Consejo de Seguridad se han extendido a varias regiones del este de Libia bajo control insurgente.