Ayer algunos se sorprendieron ante la nula referencia en el Comunicado del FOMC de la terrible catástrofe en Japón. Una parte de los economistas lo han valorado como que la autoridad monetaria norteamericana valora limitado el impacto de la Crisis. Otros, consideran que la información es demasiado limitada. Y la Fed ha preferido mantenerse al margen para no añadir más incertidumbre. Pero, ¿obviándolo?.
Hay que partir que las economías asiáticas, exJapón, se han convertido en el principal motor de crecimiento mundial. Incluso la Crisis geopolítica en Oriente Medio y el Norte de Africa todos hemos dato por hecho que podría ser superada dada la solidez del crecimiento de estas económicas y el elevado margen de maniobra de sus gobiernos en política fiscal. Pero, ¿podrán tambiíén superar la Crisis de Japón?.
Mis economistas en el área consideran que la recesión japonesa no se alargará más allá de la primera mitad del año o hasta los primeros meses del segundo semestre. Por el contrario, esperan que la reconstrucción se traduzca en un fuerte crecimiento en la parte final de este año y en los próximos ejercicios (hablamos de años). Se que es atrevido hablar de todas estas cosas cuando, de hecho, aún no conocemos en profundidad la catástrofe.
¿Quíé pasó en 1995 con el Terremoto de Kobe? Durante seis meses las importaciones de Japón se vieron deprimidas, para volver a crecer con fuerza más adelante. Especialmente debilidad inicial en productos industriales y bienes de consumo, cuando la recuperación posterior se enfocó en bienes de inversión. Pero, claro, las importaciones desde Japón para la zona sólo representan ahora un 7 % del total (más del 12 % en los noventa).
¿Y el riesgo de repatriación de fondos? Tampoco son especialmente valorables, como no lo han sido las entradas en los últimos años.
Sin embargo, llamó la atención el fuerte descenso de las bolsas asiáticas ayer contagiadas con el desplome de la bolsa japonesa. Pero hablamos de caídas promedio del 1.0 % frente al 10 % de caída del Nikkei. Hoy la bolsa japonesa repunta un 5.7 %, cuando las bolsas del área apenas han subido un 1.0 %. Limitado impacto, por el momento.
Pero Japón no es el único factor de inquietud en estos momentos. Las otras dos fuentes de incertidumbre son Libia/Bahrain y la deuda europea.
Que no le confunda la caída de los precios del crudo, ahora en 98.72 $ barril. Tampoco el descenso de los precios del oro, en estos momentos en niveles de 1400 $ onza.
En el caso de la deuda europea, seguimos pendientes de los contactos entre las autoridades irlandesas y las europea, así como vemos con inquietud el desarrollo de los acontecimiento en política interna en Portugal. El recorte ayer del rating de la deuda portuguesa en dos escalones, cuando se mantiene el outlook en negativo, es un buen reflejo de la eleva incertidumbre sobre la situación de Portugal.
Por cierto, el Acuerdo alcanzado durante el fin de semana a nivel europeo sólo será válido en verano tras la presentación en junio de las contrapartidas en tíérminos de Pacto de competitividad por los Gobiernos.
Un tema más: según fuentes de la oposición alemana el responsable del EFSF se ha mostrado mucho más ambiguo que en el pasado sobre la posibilidad de reestructurar la deuda griega. Unos meses atrás rechazaba esta posibilidad; ahora considera que esta posibilidad no tiene respuesta en estos momentos.