La agencia financiera Moody's ha rebajado hoy la calificación de cuatro empresas portuguesas participadas por el Estado, despuíés de haber hecho lo mismo ayer con otras tres compañías.
La propia Moody's atribuye en un comunicado esta decisión al corte del "rating" de la deuda de Portugal, anunciado el pasado martes, y que descendió dos niveles, de A1 a A3, por las dudas que despierta el estado de la economía lusa.
La nota de Parpública, entidad encargada de gestionar las participaciones del Estado portuguíés en otras compañías, pasó de A1 a Baa1, mientras que la de la Red Ferroviaria Nacional (Refer) cayó de A1 a Baa2.
Los bonos garantizados por el Gobierno de Refer tambiíén sufrieron el recorte de Moody's, que bajó su calificación de A1 a A3.
La compañía de Radio y Televisión de Portugal (RTP) pasó de A2 a Baa3, mientras que la de Trenes de Portugal (CP en sus siglas en portuguíés) cayó de A3 a Baa3.
La agencia de calificación de riesgo colocó estas notas en perspectiva negativa, igual que hizo con la deuda del país el martes, unas pocas horas antes de que Portugal regresara al mercado para emitir mil millones de euros en bonos a doce meses, y que acabó por colocar a un interíés del 4,3 por ciento.
Tras la subasta, el Ejecutivo luso hizo pública su disconformidad con los motivos esgrimidos por Moody's para acometer esta rebaja, y lamentó que no tuviera en cuenta ni el anuncio del último paquete de medidas de ajuste -lanzado hace una semana- ni el acuerdo a nivel comunitario para aprobar nuevas reformas para gestionar la crisis de la deuda soberana.
La agencia consideró en su análisis que Portugal tiene limitada su capacidad de crecimiento, corre el riesgo de no cumplir con sus objetivos de reducción del díéficit (al 4,6 % en 2011 al 3 % en 2012 y al 2 % en 2013), le resulta difícil acceder a financiación por los altos intereses y podría llegar incluso a verse obligado a ayudar a la banca.
Además, Moody's rebajó hoy tambiíén la nota de la deuda de varias ciudades y regiones portuguesas a las que había puesto sobre vigilancia el pasado 21 de diciembre, concretamente Cascais, Lisboa, Sintra, las Azores y Madeira, todas ellas con perspectiva negativa.
La presión a la que se ve sometido Portugal desde finales de 2010 se mantuvo tambiíén durante esta semana, aunque hoy la penalización de sus títulos a cinco y diez años caía ligeramente en el mercado secundario, hasta el 7,7 y el 7,47 por ciento, respectivamente.
El Gobierno luso ha descartado en repetidas ocasiones que se plantee siquiera recurrir a la ayuda externa, y confía en que sus estrictas medidas de ajuste y la adopción de acuerdos a escala europea en relación a esta crisis de la deuda soberana sean suficientes para recuperar la confianza de los mercados