El precio de la tortilla aumentó más de 400 por ciento en los últimos 10 años, mientras el nivel de ingreso familiar respecto al salario mínimo se deterioró 30 por ciento, reveló un estudio del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM.
En su análisis 'El precio de la tortilla en las condiciones sociales de Míéxico', publicado en el Boletín Mensual Momento Económico, el acadíémico Felipe Torres refirió que al comenzar el gobierno federal anterior el precio de la tortilla era de 2.50 pesos por kilogramo.
Precisó que ese precio apenas representaba seis por ciento en el gasto alimentario para quienes no ganaba por encima de los tres salarios mínimos, pero al iniciar el sexenio actual el valor alcanzó seis pesos.
Durante la llamada 'crisis de la tortilla' en 2008 se ubicó en casi nueve pesos como promedio nacional, aunque las diferencias territoriales fueron muy marcadas y en algunas regiones, generalmente las más pobres, el precio se elevó hasta a 15 pesos, destacó.
La tendencia alcista ha seguido de manera irrefrenable, prueba de ello es que en enero de este año se vendió a 10.80 pesos, como promedio nacional, y hay presiones constantes de los productores para obtener más incremento.
El acadíémico de la Universidad Nacional Autónoma de Míéxico (UNAM) explicó que en 2010 el precio del maíz aumentó en 45 por ciento respecto al año anterior, y en 2011 el grano presenta una tendencia alcista mayor, como resultado de diversas causas estructurales.
Señaló que las heladas inesperadas en Sinaloa y otros estados del norte del país, implicarán una píérdida de casi cuatro millones de toneladas de maíz blanco, por lo que las importaciones del grano podrían elevarse este año a 12 millones de toneladas.
Destacó que 50 por ciento de la población ocupada obtiene ingresos no mayores a dos salarios mínimos, y que el costo de la canasta básica alimentaria puede alcanzar tres de esas percepciones.
'Nos encontramos ante un claro escenario de subalimentación que influye de manera directa en el desarrollo del país por sus secuelas en la desnutrición, la competitividad en el trabajo y en el desarrollo intelectual', alertó.
Torres Torres advirtió que de persistir esa tendencia, el consumo de tortilla entre la población más pobre puede presentar una clara desaceleración, por el fuerte efecto en el gasto y por la restricción de acceso a otros bienes básicos.
En ese sentido, recordó que el maíz es la esencia de la cultura alimentaria en Míéxico, pues provienen de este producto 60 por ciento de las calorías y 30 por ciento de las proteínas promedio de la dieta de la población