Eníésimo revíés de Moody’s al sistema financiero español. La agencia de calificación crediticia va a anunciar hoy mismo una bajada de ráting masiva para la banca española, según ha podido saber Expansión.com.
De nuevo, la agencia de calificación de riesgo crediticio ha elegido un momento que no va a gustar ni a la banca española ni al Gobierno. Justo ayer, el primer ministro portuguíés, Josíé Socrates, se vio obligado a dimitir tras ser rechazado el plan de austeridad que presentó al Parlamento. El “no†de la cámara baja lusa deja ahora a Portugal al borde del rescate y reaviva las dudas sobre la solvencia de las economías perifíéricas de la zona euro.
Fuentes del sector financiero consultadas por este diario mostraron ayer su descontento con la decisión de Moody’s. El director financiero de una entidad financiera española ha reconocido a Expansión.com que el recorte de ráting “llega en un momento muy difícil y, además, había cierta esperanza en el sector de que, tras el informe del Banco de España del pasado 10 de marzo, la decisión de Moody’s fuera más benevolenteâ€.
“He hablado con directivos de otras entidades y están muy preocupados por esta bajada de ráting y las implicaciones que puede tenerâ€, afirma este directivo, a quien Moody's le notificó al cierre de mercado de ayer la decisión de bajar el ráting a su entidad.
Desde septiembre del año pasado, la Comisión Europea obliga a las agencias a comunicar un cambio en el ráting al emisor afectado 12 horas antes de hacerlo público al mercado, de las que dos han de ser laborables.
Decisión criticada
El momento elegido por Moody's para comunicar sus decisiones ya fue duramente criticado por España y por la Unión Europea el pasado 10 de marzo, cuando la agencia anunció un recorte de un escalón a la calidad crediticia de España, de Aa2 a Aa1, y dejó su perspectiva en negativa. Moody's comunicó esa misma mañana su decisión y esgrimió los costes de la reestructuración financiera de la banca española -entre 40.000 y 50.000 millones de euros- como uno de los motivos del recorte.
Pero ese día por la tarde, estaba previsto que el Banco de España comunicara sus propios cálculos sobre las necesidades de capital de la banca, que cifró en 15.000 millones. El Gobierno consideró poco oportuno el momento elegido por Moody's y criticó duramente la cifra de entre 40.000 y 50.000 millones.
Las críticas arreciaron sobre la firma a pesar de que las diferencias de criterio entre la agencia y el Banco de España no podían coincidir nunca porque no se referían a lo mismo. Mientras el supervisor cifraba las necesidades de capital de la banca con la foto fija de ese momento, la agencia estimaba las necesidades futuras de capital del sistema si se deteriora la situación (morosidad, paro, depreciación de activos...).
Informe
En un informe de diciembre de 2010, la agencia apuntaba que “la capitalización de los bancos, la rentabilidad y el acceso a los mercados de financiación permanecerán díébilesâ€, debido a las dificultades económicas, el progresivo deterioro de los activos y los planes de austeridad fiscal del Gobierno. A su vez, apuntaba que en la decisión sobre las calificaciones del sector “se tendrá en cuenta la conclusión de la revisión del ráting soberanoâ€.