Por... KIRSTEN GRIESHABER
BERLIN -- El gabinete de la canciller federal Angela Merkel aprobó el miíércoles un proyecto de ley que busca facilitarle a los profesionales extranjeros que se reconozcan sus estudios y títulos para que apliquen sus conocimientos en Alemania.
La nueva ley, que todavía necesita la aprobación de las dos cámaras del parlamento este año, abarca a los profesionales extranjeros de todo el mundo y se aplicará tanto a los que ya están residiendo en Alemania como a todo posible inmigrante.
Los ciudadanos de otras naciones de la Unión Europea ya están autorizados a trabajar libremente en todas las 27 naciones del bloque.
El proyecto se propone cambiar la situación que han vivido personas como Catherine Lees, quien se trasladó a Berlín en 2008 pensando que podía hallar trabajo fácilmente en una nación cuyas escuelas necesitan profesores. Dos años despuíés se fue porque las autoridades alemanas se negaron a reconocer el título que había obtenido en Australia.
"No iba a ser capaz de ganar buen dinero, tener acceso a la educación profesional o conseguir las condiciones a las que estaba acostumbrada en Australia", dijo la mujer de 28 años a The Associated Press.
Alemania calcula que unos 300.000 inmigrantes que viven en el país no tienen derecho a trabajar porque sus calificaciones profesionales o títulos de instituciones extranjeras no son reconocidos. A la vez, Alemania enfrenta una severa escasez de mano de obra calificada; su tasa de desempleo bajó al 7,9% el mes pasado, una de las más bajas de Europa.
"Todavía se puede hallar al míédico de Israel o de Turquía cuyas calificaciones no son aprobadas", dijo la ministra de educación Annette Schavan a la prensa en Berlín. "Necesitamos reglas diferentes, reglas que hagan justicia al mundo globalizado de hoy".
"Hay una generación joven que planea naturalmente sus carreras en distintos continentes", afirmó Schavan, dando a entender que Alemania no quiere seguir perdiíéndose a los extranjeros altamente calificados, que por lo general prefieren ir a Estados Unidos, Canadá o el Reino Unido.
"Ahora nos faltan unos 400.000 ingenieros, maestros artesanos y trabajadores calificados", dijo recientemente Hans Heinrich Driftmann, de la Cámara de Industria y Comercio DIHK. "Ya estamos perdiendo el uno por ciento de nuestro crecimiento económico y en el futuro no hará sino empeorar".
Su organización ha advertido insistentemente en que su población envejeciente va a agudizar el problema laboral en los próximos años y que las compañías necesitan ser más tolerantes con los inmigrantes.
De otro modo, anticipa que Alemania podría terminar con una escasez de mano de obra de cinco millones de personas en el tíérmino de 15 años, lo que tambiíén significaría la falta de millones de personas que paguen impuestos o aporten a los fondos de pensión.
Alemania necesita desesperadamente ingenieros. Había 80.600 vacantes en la profesión el mes pasado, según la Asociación de Ingenieros Alemanes.
Tambiíén hacen falta míédicos: una asociación míédica, Marburger Bund, dice que el país tiene un díéficit de 12.000 míédicos en los hospitales.