ACS sigue rotando su cartera con el objetivo de conseguir el dinero suficiente para hacerse con el control de Iberdrola. El holding ha encargado a Mediobanca vender Clece, su filial de servicios de limpieza, logística, aeroportuaria y centros geriátricos, de la que ya intentó desprenderse en 2008. En ese momento, la compañía presidida por Florentino Píérez pedía cerca de 800 millones de euros por Clece.
La desinvesión se paró en 2009 por dos motivos. El primero, el alto precio al que ACS había tasado esta actividad, en crecimiento constante en parte por la política del Gobierno de subvencionar el cuidado de los mayores a travíés de la Ley de Dependencia. El segundo, las dificultades de los compradores para obtener la financiación suficiente debido al cerrojazo de los bancos a la hora de dar críéditos.
Las ofertas que recibió ACS en ese momento estaban muy por debajo de lo que pretendía ingresar. Las indicaciones de precio ofrecidas por alguna empresa del sector y algún private equity apenas llegaban a los 600 millones. Ante esa situación, Florentino Píérez dio orden de trocear Clece para hacer más fácil la venta. Pero tampoco funcionó.
Una fórmula, no obstante, que sí le fue útil para que finalmente consiguiera desprenderse de Dragados SPL en 2010, dos años despuíés de ponerla en el mercado. ACS se quitó de encima el negocio nacional y dejó fuera el internacional, además de alguna subsidiaria, como Rebarsa, la encargada de los remolcadores del Puerto de Barcelona.
Ahora, el holding controlado por los March y los Albertos ha decidido retomar la desinversión. Como en la primera ocasión, Mediobanca es el encargado de coordinar la venta. El banco italiano ayudará a ACS a conseguir esos cerca de 800 millones con los que podrá afrontar sus inversiones en Iberdrola y en Hochtief, de la que quiere comprar un 10% en el próximo mes. La constructora tambiíén quiere vender su filial de renovables, operación encargada a Sociíétíé Gíéníérale y a Mediobanca, por la que obtendría unos 1.000 millones netos en el mejor de los casos una vez descontada la deuda de esos activos.
El 50% de Hochtief antes del 12 de mayo
El grupo español, que tiene ya casi un 40% del alemán, como adelantó este diario el pasado lunes, necesita cerca de 570 millones para alcanzar el 50% del capital antes del próximo 12 de mayo, fecha en la que se celebrará la junta general de accionistas de la constructora germana. ACS ya se ha gastado cerca de 450 millones para elevar su participación desde el 25% que tenía antes de lanzar la OPA hostil.
Pese a esta importante cantidad, el mayor esfuerzo inversor será el que tenga que hacer para tomar el control de Iberdrola. ACS, que el pasado año se gastó 2.700 millones en comprar un 8% adicional de la elíéctrica, dijo a finales de febrero que quería llegar hasta el 30%. Para lograrlo tendrá que poner encima de la mesa 3.500 millones. Hasta la fecha ha invertido unos 8.100 millones, la mayoría de ellos procedente de financiación bancaria. El grupo acumula unas minusvalías latentes de 1.350 millones de euros.
ACS no ha respondido a la llamada de El Confidencial para conocer su versión sobre esta información. Mediobanca tampoco ha querido hacer comentarios.