El Estado registró en los dos primeros meses del año un superávit de 1.900 millones de euros, el 0,18% del PIB, lo que supone un descenso respecto al mismo periodo de 2010, cuando el saldo positivo fue de 3.366 millones, el 0,32% del Producto IntEste menor superávit respecto al ejercicio pasado se debe a que en 2010 los anticipos a cuenta corriente correspondientes al sistema de financiación autonómica no comenzaron a pagarse hasta el mes de marzo, mientras este año se han empezado a pagar en enero.
Ocaña explicó, en el Congreso de los Diputados, que de hacerse la comparación "pura" de las cifras de los dos primeros meses de 2010 y 2011, el excedente habría sido superior en unos 600 millones al del año pasado.
Tambiíén recordó que los datos de principios de año no son significativos de las tendencias.
El balance es consecuencia de unos ingresos de 24.509 millones durante los dos primeros meses del año, frente a unos gastos de 22.609 millones.
En tíérminos de caja -que computa los ingresos y pagos cuando se efectúan y no cuando se comprometen, como hace la contabilidad nacional- el Estado registró un desequilibrio de 5.582 millones, inferior al saldo negativo 7.759 millones del mismo periodo de 2010.
Estas cifras deben analizarse teniendo en cuenta que los dos primeros meses del año no son representativos en los datos de saldo de contabilidad nacional ni en los de caja, ya que hasta este momento el gasto prácticamente no ha empezado a ejecutarse en muchos capítulos del presupuesto, y gran parte de los pagos realizados se derivan del ejercicio anterior.
En el análisis antes de descontar la participación de las administraciones territoriales, los ingresos no financieros totales ascendieron a 35.233 millones, de los que el 95 % corresponde a ingresos impositivos, un 0,7 % menos que en 2010.
La reducción del gasto se visualiza prácticamente en todos los capítulos, con la única excepción de los gastos de personal, que presentan un repunte del 2,4 %, debido al coste del abono de la paga extra a los pensionistas de clases pasivas por la desviación del IPC, realizada en el mes de enero.
Ocaña admitió que el año 2011 tiene por delante "retos difíciles" para perseverar en el objetivo de díéficit, que no debería superar el 6 %, para llegar a un porcentaje por debajo del 3 % en 2013.
Se mostró confiado en cumplir tales perspectivas dado el cumplimiento del objetivo en 2010, con un saldo negativo del 9,24 % del PIB, frente al 9,3 % previsto.
"Se nos tachó de optimistas, y espero que esto sirva para dar más credibilidad a las previsiones de 2011", dijo.
Pero el portavoz del grupo popular, Vicente Martínez Pujalte, le reprochó que el cumplimiento no se debió a que se hubiese elaborado bien el presupuesto, sino a los recortes sociales que se acometieron a mediados de año, ya que "si no, venía Merkel y nos golpeaba al amanecer", dijo en referencia a las exigencias de la canciller alemana sobre el cumplimiento de díéficit en los países del euro.
Ocaña tambiíén se refirió al díéficit de las comunidades autónomas, que no correspondieron en 2010 a la buena evolución del Estado, ya que la mitad se distanció del objetivo marcado.
Por este motivo, el secretario de Estado recordó que para este ejercicio pretenden "profundizar en mecanismos de control" de las autonomías, con iniciativas como obligarlas a presentar sus datos de ejecución presupuestaria cada tres meses, y no de forma semestral como hasta ahora.
erior, informó hoy el secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña.
