Entre los operadores se empieza a extender la idea de que el momento más peligroso del segundo trimestre será el 27 de abril, cuando el presidente de la Fed, Ben Bernanke, celebrará la primera rueda de prensa posterior a una decisión de política monetaria en la Historia del banco central.
Este cambio en la comunicación de la Fed con el mercado es suficiente para poner de los nervios a los inversores. Pero además, existe el temor a que Bernanke díé una señal de que el QE2, el principal combustible del rally del mercado, no continúe despuíés de junio.
"Creo que la Fed quiere continuar con el QE3, pero el resto de la Fed no, y si tiene que admitirlo en directo, puede suponer el giro del mercado", según Steve Cortíés, fundador de la firma Veracruz.
Alcistas a prueba de bombas
El actual mercado alcista ha demostrado una resistencia a prueba de bomba a todos los desastres internacionales de los últimos meses. Los analistas sitúan el origen de la duración y fortaleza de la subida en un momento concreto a finales de agosto, cuando Bernanke dio pistas de que probablemente iba a haber una segunda ronda de compras de bonos por la Fed en un discurso en Jackson Hole.
En noviembre, anunció formalmente su plan de comprar otros 600.000 millones de dólares en deuda pública a largo plazo hasta el fin de junio de 2011. Desde el discurso de Bernanke, el S&P 500 ha subido más del 25%, ya que esta relajación de la política monetaria ha inflado el precio de los activos y ha impulsado a los inversores a asumir más riesgo.
El futuro de este programa y la posibilidad de un tercer plan de compra de activos podría tener respuesta en la rueda de prensa del 27 de abril. "Anticipo una fuerte subida de la volatilidad antes de la conferencia de prensa", opina Jon Najarian, fundador de TradeMonster.com. "Si los traders reaccionan a la eliminación de una palabra en un párrafo del comunicado, ¿quíé no harán con una rueda de prensa?", aáde.
No obstante, hay profesionales que confían en que la subida puede continuar aunque se retire el exceso de liquidez inyectado por la Fed. A su juicio, hay otros elementos positivos, como la mejora de los beneficios empresariales o la liquidez que sigue fuera del mercado tras la crisis de críédito.
"La preocupación del momento es que, cuando el QE2 termine en junio, el mercado se hundirá y los bajistas demostrarán que tienen razón", argumenta el conocido analista Laszlo Birinyi. "Pero no lo sabemos, y francamente no creo que vaya a ocurrir. Los bajistas atribuyen toda la subida a las compras de la Fed, pero eso es claramente una exageración", concluye.