De la guerra por la captación del pasivo a la del activo. BBVA inicia en abril una ofensiva para atraer clientes en busca de financiación con una campaña que durará hasta finales de julio y en la que se ha puesto un objetivo de concesión de 700 millones de euros y unos 60.000 críéditos, según información facilitada por la entidad. La gran novedad de esta campaña es que el banco devuelve al cliente el 10% de los intereses pagados al tíérmino de cada año desde la contratación y durante toda la vida del críédito. Esta devolución de intereses es equivalente en hasta un 0,83% nominal en el tipo de interíés del príéstamo.
El banco, que controla el 11% del segmento de críédito al consumo en España, busca 'pescar' nuevos clientes y reforzar la posición con los que tiene actualmente por la vía del críédito. El banco que preside Francisco González persigue aprovechar su posición de liquidez dando críéditos, una actividad que debería ser habitual en la teoría, pero que no lo está siendo en la práctica en los tiempos de crisis. En plena reestructuración financiera en España, algunas cajas y bancos casi han olvidado dar príéstamos y centran sus estrategias en captar pasivo (depósitos, ahorro) para no tener que acudir a los mercados en busca de financiación, así como para no empeorar sus ratios de solvencia -la concesión de cada príéstamo consume capital en forma de provisiones-.
En el marco de la nueva campaña, la entidad tambiíén establece bonificaciones por vinculación a la entidad. Así, los clientes que contraten un críédito al consumo en BBVA tendrán bonificaciones por la contratación de otros productos en los tipos de interíés de partida, que son personalizados según el perfil del cliente y de los más competitivos del mercado.
Así, el tipo de interíés se reducirá un 1,5% por la domiciliación de la nómina o pensión y un 0,5% adicional por la contratación de un seguro de protección de pagos. Igualmente, tambiíén se podrán beneficiar de la devolución del 10% de los intereses pagados los clientes que dispongan de un críédito preconcedido por el Banco hasta el 31 de julio. En estos momentos, 1,3 millones de clientes de BBVA tienen a su disposición príéstamos de entre €3.000 y €60.000 de disposición inmediata (PIDE), es decir, de los que pueden disponer sin solicitud previa, ya que se trata de críéditos previamente autorizados.
