Novacaixagalicia está preparando su plan de recapitalización interna. Según fuentes conocedoras del proyecto, la entidad está barajando elevar el volumen de desinversiones de participadas y negocio ante la falta de inversores privados a precios atractivos.
La idea original de la entidad era obtener entre 650 y 1.000 millones a travíés de ventas de activos y disminución de riesgos, con lo que reducía las necesidades máximas de capital a menos de 2.000 millones, que serían cubiertos con la entrada de socios estratíégicos en el capital y con ayudas públicas.
La caja gallega está negociando con diferentes inversores, pero la mayor parte de ellos, principalmente extranjeros, sólo están dispuestos a depositar su dinero si el precio es bajo. Novacaixagalicia ha fijado como tope una rebaja del 50 por ciento de su valor en la búsqueda de socios, lo que complica esta tarea, ya que buena parte reclama una tasación menor.
De esta manera, la opción en la que trabaja la caja es ampliar el volumen de venta de activos, con lo que limitar el capital destinado a los inversores y el Frob. Desde la entidad sostienen que hay margen para elevar los objetivos del plan de capitalización interna, aunque destacan que hay inversores españoles que están interesados en participar en Novacaixagalicia a precios atractivos. "Estamos negociando con distintos grupos, pero aún no hay nada concreto", explica un portavoz de la institución gallega.
Entre los diferentes inversores se encuentran empresarios gallegos y sociedades que ya trabajan en algunos negocios, como la aseguradora Aviva, que comparte la actividad de bancaseguros.
Novacaixagalicia necesita 2.622 millones para cumplir con los nuevos requisitos de solvencia establecidos por el Gobierno. Si logra captar entre inversores estratíégicos el 20 por ciento del capital, los requerimientos bajan a unos 1.100 millones, con lo que podría evitar la entrada del Frob a travíés de la venta de activos. La caja cuenta con una amplia cartera de participaciones industriales, entre las que se encuentra Sacyr Vallehermoso.
En caso de que no atraiga a socios privados o públicos -no se descarta a la Xunta-, las necesidades de capital de la entidad gallega se limitarían a 1.600 millones, que se reducirían con más desinversiones. La obsesión de la caja es evitar que el Frob -es decir, el Estado- tenga la mayoría de las acciones y aparte a los actuales gestores.