El mercado digerirá el alza de tipos si el BCE no anticipa más
por I. Blanco / A. Palomares / P. Calvo en El Economista
1.008 días despuíés, el Banco Central Europeo (BCE) vuelve a tener cargada la escopeta de los tipos de interíés. La última vez que disparó fue el 3 de julio de 2008. No había quebrado Lehman Brothers; no se había destapado el escándalo de Bernard Madoff; y Grecia e Irlanda no habían recibido rescate financiero alguno.
Es más, Irlanda -y tambiíén España- poseía por aquel entonces la máxima calificación crediticia por parte de las tres principales agencias de rating. Todo eso y mucho, mucho más, ha ocurrido desde la última vez que la institución presidida por Jean-Claude Trichet aumentó los intereses. Hasta hoy. Porque hoy está previsto que el BCE apriete de nuevo el gatillo. Se trataría de un disparo de un cuarto de punto que conduciría el precio del dinero del 1 al 1,25% y que pondría fin a una secuencia de casi dos años sin movimientos.
Discurso 'a futuro'
La medida se encuentra ampliamente descontada por el mercado desde que la telegrafió Trichet en la anterior cita, que tuvo lugar el 3 de marzo. Desde entonces, los inversores han trabajado sobre una hipótesis muy clara: el BCE aumentará los intereses hasta el 1,25 por ciento y luego se tomará un descanso en mayo. Es decir, que hoy precisará que no da comienzo a una secuencia de repuntes consecutivos.
"El mercado ya ha puesto en precio una subida de un cuarto de punto, pero sería fundamental un discurso más relajado respecto a las perspectivas de inflación", afirma Felipe Arrizubieta, analista de Banif Gestión.
"Lo mejor para la bolsa sería que se diera a entender que el ajuste será limitado y no un proceso indefinido de subidas de tipos", afirman en M&G Valores. ¿Quíé supondría eso para los mercados? Si el BCE ratifica esa hipótesis, la tendencia reciente de la bolsa y los bonos no se vería alterada. No obstante, sí puede producirse una cierta relajación tanto en el euribor, que está ya por encima del 2 por ciento, como en el euro, que ayer se apreció hasta los 1,435 dólares.
¿Fuerte vigilancia... o no?
Ahora bien, el hecho de que el BCE haya pulverizado los pronósticos con la subida que emprenderá hoy, que llega mucho antes de lo previsto, alimenta el temor a que puedan producirse sorpresas. Y íéstas podrán llegar de dos frentes: de la decisión sobre los tipos y de la rueda de prensa posterior.
Con respecto al primer frente, dos son las sorpresas, ambas negativas, que puede llevarse el mercado. "Si la subida de tipos es superior al 0,25%, sería muy malo para las bolsas ya que eso implicaría que se para la recuperación y que se acentúa la debilidad en el mercado laboral", afirma Javier Flores, director de inversiones de Dracon Partners. No obstante, hay que tener en cuenta que un alza mayor de la prevista supone, tal como explica Mercedes Camacho, de Omega IGF, "aumentar los costes de financiación para las empresas y el efecto dependerá mucho del punto de salida en el que se encuentre cada país hacia la recuperación".
Pero lo único que teme el mercado no es una subida drástica del precio del dinero. Tambiíén preocupa la posibilidad de que no lo eleve, ya que "dejarlo inalterado supone un mensaje contradictorio y puede tener consecuencias negativas a corto plazo porque el mercado descuenta subidas", asegura Javier Muñoz, director general de Tressis Gestión. Y es que aunque en un principio la bolsa podría reaccionar con subidas en el día, "terminaría siendo perjudicial para la renta variable y no conseguiría mejorar la deuda pública ni el euribor, puesto que seguirían descontándose subidas", asegura Estefanía Ponte, de Cortal Consors.
Pero si la decisión sobre el precio del dinero es importante, no lo es menos el posterior discurso y rueda de prensa. "Una subida o un mensaje excesivamente agresivos es lo que más perjudicaría a los mercados ya que agravaría el problema de Europa", ratifica Víctor Alvargonzález, consejero de Profim.
"No subir los tipos, subirlos 50 puntos básicos o subirlos 25 puntos básicos y un discurso conformista en el largo plazo con la medida serían escenarios que traerían un ajuste más o menos severo de los mercados", afirman en IG Markets. Y es que un mensaje demasiado alarmista sobre la inflación auguraría otro alza de los tipos en mayo, y el mercado espera que de mantenerse los incrementos, íéstos sean puntuales, no continuados. En este sentido, la clave residirá en si Trichet alude a que el BCE mantendrá una "fuerte vigilancia" sobre los precios, un mensaje con el que transmitiría la intención de volver a subir los tipos el próximo mes.
Y junto con el mensaje, el mercado estará especialmente atento a las pistas que díé Jean-Claude Trichet sobre las medidas de política monetaria no convencional, como la compra de deuda pública. "Sería mal acogido por los mercados de renta variable y fija que disminuyan las ayudas monetarias no convencionales", afirma Ricardo Sánchez Seco, de Gestiohna.