Este sábado, en EEUU demócratas y republicanos llegaron a un acuerdo in extremis para poder evitar el cierre de la administración Federal en los EEUU, aprobando una ley de gasto temporal, con el compromiso de recortar en unos 38 mil millones de dólares los gastos para el último semestre fiscal del año que finaliza el 30 de septiembre.
Los republicanos querían recortes de gastos superiores a los propuestos por los demócratas y finalmente han optado por una situación intermedia, para evitar que una falta de acuerdo dejara sin empleo a unos 800.000 funcionarios federales, provocara retrasos en los pagos para las tropas en Afganistán e Irak, y se cerraran parques nacionales y monumentos.
Sin embargo, no debemos intentar dejar que los árboles no nos dejen ver el bosque. Cómo en otros países, y EEUU parece que no es la excepción, los políticos nos distraen con juegos de malabares propios de trileros. El ¿donde esta la bolita?, distrae nuestra atención y no nos fijamos que al lado de la bolita que llama nuestra atención y que intentamos descubrir en que cubilete esta metida tenemos una pelota de baloncesto que ni hemos visto.
Para hacernos una idea de la absurda que era una discusión entre demócratas y republicanos que casi paraliza el gobierno de los EEUU, no hay nada como tratar de simplificar las cosas.
El presupuesto Federal para 2011 asciende a 3.820.000.000.000 dólares, los ingresos de la administración a 2.174.000.000.000, el díéficit (la parte del pastel que falta) es de 1.650.000.000.000 y los republicanos proponían recortar 60.000.000.000 y los demócratas 33.000.000.000 millones.
Imagino que con tantos ceros las cifras os marean, así que no hay nada como ponerle una referencia a las cifras: ¿Nos compramos un BMW o un SEAT? Vamos a discutir sobre que extras le metemos al coche.
La situación es la misma en la que una familia está estudiando comprarse si o si un BMW que vale 38.000 euros, cuando tienen sólo dinero para comprarse un SEAT que vale 21.000 euros. Y en la familia tienen claro que se van a comprar el BMW y se ponen a discutir a que extra renuncian, si a la pintura metalizada que vale 600 euros (republicanos) o al volante de cuero que vale 330 euros (demócratas)
Supongo que si sois un poco espabilados, os habríéis dado cuenta que el problema no está en que extra del coche te compras o no, sino que te estás queriendo comprar un coche que no te puedes permitir. Pues bueno en los EEUU, discutiendo sobre los extras que le compraban al coche casi cierran el gobierno federal, eso si al final se compran el BMW.