La deuda española ha elevado su rentabilidad con fuerza en los dos últimos días por los renovados temores sobre Grecia e Irlanda. El diferencial entre la rentabilidad del bono español a 10 años y el alemán, que sirve para medir la prima de riesgo, se amplió ayer más de un 5% y esta mañana ha vuelto a subir y roza los 200 puntos básicos. El diferencial del resto de perifíéricos tambiíén se ha incrementado por la caída de la rentabilidad del 'bund', activo de referencia en Europa.
El rendimiento de los títulos españoles a 10 años ha subido hasta el 5,32%, el de los bonos a 5 años ha avanzado hasta el 4,5% y los bonos a 2 años pagan una rentabilidad del 3,2%. Por otra parte, los CDS (credit default swaps), o seguros de cobertura contra el impago de la deuda, españoles rozan los 230 puntos (es el duodíécimo país con un coste más elevado para cubrir contra el impago), lo que significa que hacen falta 230.000 euros para asegurar 10 millones de euros de la deuda soberana de nuestro país con vencimiento a cinco años.
Por su parte, los bonos portugueses tienen una rentabilidad del 8,6% en los títulos a 10 años, del 10,2% en los de 5 años y del 8,9% en los de 2. Grecia ha elevado hasta el 13% el rendimiento de los bonos a 10 años y los papeles con vencimiento a 5 y a 2 años tienen una rentabilidad del 14,8% y del 16,8%, respectivamente. En el caso de Irlanda, tambiíén se han elevado los rendimientos: al 9% para los bonos a 10 años, al 9,3% para los de 5 años y al 8,2% para los de 2 años.
Los CDS de estos tres países se encuentran entre los más elevados del mundo: los de Grecia rozan los 1140 puntos, los de Portugal superan los 590 puntos y los de Irlanda se sitúan en torno a los 550.
Rumores sobre la reestructuración de la deuda griega
Desde hace dos días circula el rumor en los mercados de que Grecia tendrá que reestructurar su deuda ante la imposibilidad de hacer frente a las obligaciones que tiene con sus acreedores de aquí a junio y se habla de que el haircut (recorte de los precios o del valor del papel) que habría que aplicar a la deuda helena podría tener que ser de entre el 50 y el 70%, frente al 30-35% inicialmente calculado.
Atenas anunciará probablemente hoy nuevas medidas de austeridad, según adelantó el miíércoles el ministro heleno de Finanzas, Yorgos Papaconstantinu, que dijo que el país prepara un programa de medidas de ahorro para recaudar 23.000 millones hasta 2015. Según el FMI, Grecia necesita 26.000 millones de euros entre 2012-2015 para salir del riesgto de una quiebra.
Estos rumores vienen motivados por el mensaje lanzado el miíércoles por el ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schaí¼ble,que dijo que Grecia podría tener que renegociar su deuda. "Los comentarios de Schaí¼ble vuelven a traer a un primer plano la posibilidad de la reestructuración", explica un estratega de Credit Agricole. Para Yosi Truzman los mensajes negativos lanzados por Alemania responden a su preocupación por la inflación y a su interíés por devaluar la moneda única.
El profesor de la Universidad de Nueva York Nouriel Roubini ha dicho que la reestructuración de la deuda griega es inevitable y cuestión de tiempo: "la cuestión no es si pasará, sino cuando". Y ha añadido, según las declaraciones recogidas por Bloomberg, que "lo mismo se puede decir del Gobierno portuguíés y los bancos irlandeses".
Rebaja de rating a Irlanda
Por otro lado, la rebaja del rating de la deuda irlandesa por parte de Moody's esta mañana, hasta 'Baa3' -un escalón por encima del bono basura-, añaden más leña al fuego y sirven para reavivar los temores por la crisis de deuda soberana en Europa, que ha provocado el rescate de tres países: Grecia (en mayo de 2010), Irlanda (en noviembre de 2010) y Portugal (abril de 2011).
La agencia de calificación mantiene la perspectiva negativa sobre el país y justifica su decisión por las previsiones de una menor fortaleza de las finanzas públicas y que las perspectivas de crecimiento del país son díébiles. Además, la agencia considera que Irlanda podría necesitar nuevas medidas de austeridad para cumplir con sus objetivos fiscales y que su posición financiera podría sufrir como resultado de las subidas de los tipos de interíés por parte del Banco Central Europeo.