Cíésar Vidal: Tipos de interíés
por Cíésar Vidal
El Tratado de Versalles que selló la I Guerra Mundial fue un atropello. El francíés Clemenceau había dicho aquella de le boche paiera tout (el germanata pagará todo) y se empeñó en ponerlo en práctica con verdadero sadismo.
De ese modo, con esa mezcla de depredación y miopía que caracteriza la diplomacia gala, sembró las semillas de la crisis económica alemana de inicio de los años 30 -miel sobre hojuelas para el nacionalismo francíés-, una inflación galopante y las condiciones ideales para que Alemania cayera en manos de comunistas o nacional-socialistas.
De aquellos años, los germanos conservan pánico a la inflación. Lógico, pues se llegó a pagar un millón de marcos por un paquete de cigarrillos y a que la moneda ya no se contara, sino que se pesara. Esa circunstancia explica la última subida de los tipos de interíés por decisión de la UE, ya que Alemania, mande Merkel o el tío Hans, no está por la labor de permitir otra espiral inflacionista.
En España, por desgracia, de siempre las cosas se ven de otra manera. Cuando en 1958, Ullastres se reunió con Franco para comentarle que la situación económica era un desastre y que la gente pasaba apuros angustiosos, el general preguntó asombrado si no habían servido de nada las subidas de sueldos impulsadas por el camisa vieja Girón.
Ullastres tuvo que explicar a Franco que semejante medida -socialista como todas las de la Falange- para lo único que había servido era para disparar la inflación. No es seguro que Franco se enterara del todo de lo que Ullastres le dijo, pero zanjó la entrevista con un haga lo que tenga que hacer y hágalo pronto, que fue la luz verde para el Plan de Estabilización.
Ahora parece que hemos vuelto al punto de partida con estos nuevos socialistas -no pocos de ellos procedentes del Movimiento- que no tuvieron en cuenta ni el gasto público ni la inflación ni nada que recordara lejanamente a la sensatez económica.
Dada su política, la subida de los tipos es fatal para quienes pagan hipoteca y contraerá el consumo y la creación de empleo. No es una medida agradable, pero evitará la inflación, que -de verdad- sería mucho peor.
Cíésar Vidal. Historiador y director del programa La Noche de Es.Radio.