Las cajas viven días de víértigo. En unos meses, el sector se ha dado la vuelta como un calcetín azuzado por la presión de los mercados, la tozudez de la realidad económica española y la severidad del Banco de España.
Fusiones, reordenación de la red de oficinas, redimensionamiento de las plantillas, solicitud de ayudas públicas, salidas a Bolsa, caídas de márgenes, desplome del beneficio, pulso contra la morosidad... Los gestores de las entidades tienen una miríada de frentes abiertos. No en vano, el sector está inmerso en una reestructuración histórica.
¿Y cómo evoluciona la retribución de los integrantes de los consejos de administración y de la alta dirección de las entidades de ahorro en estos tiempos de tribulaciones? Pues dicho en pocas palabras: ganan lo mismo.
Antes de la crisis había 45 entidades de ahorro y, hoy día, el ecosistema parece haber alumbrado 15 nuevos grupos estructurados todos en torno a sus correspondientes bancos cabecera. Pero el pasado año fue un ejercicio de transición. Por el camino fueron absorbidas pequeñas firmas como las cajas de Guadalajara, Jaíén o Gerona, y emergieron cuatro grandes fusiones intrarregionales en Galicia, Cataluña y Castilla y León que implicaron a una decena de firmas locales. El resultado es que 35 entidades de ahorro remitieron sus informes de gobierno corporativo correspondiente a 2010 a la Comisión Nacional de Mercado de Valores (CNMV).
De acuerdo con estos documentos, tomados como referencia por CincoDías por su carácter homogíéneo, los miembros del personal clave de dirección así como los integrantes de los consejos de administración percibieron 131,3 millones de euros bajo distintos conceptos retributivos. Esta cantidad es casi idíéntica a la ingresada un año atrás. Apenas acusa un descenso del 0,96%.
Se han considerado como ingresos los salarios, las pensiones y los seguros de vida adjudicados a los miembros del consejo de administración en su calidad de directivos, así como las dietas percibidas por los integrantes del máximo órgano de gobierno de cada entidad por acudir a las reuniones del consejo así como a las comisiones de control, retribuciones e inversiones.
En cambio, se han dejado fuera los pagos por representar a la caja en sociedades participadas porque la política entre entidades varía: en unos casos es el individuo quien percibe el dinero por la labor que desempeña y, en otros, la institución.
La estabilidad de los salarios contrasta con otras magnitudes que reflejan la realidad de las cajas. En primer tíérmino y de forma más llamativa, los ajustes de personal. En dos años, las entidades de ahorro han pasado de tener 134.786 trabajadores a 128.112. Es decir, se han eliminado 2.446 empleos en 2009 y 4.228 en 2010. Las entidades han procurado negociar estas salidas así como las que están por venir con los representantes de los trabajadores. A tal fin, han articulado planes de prejubilación y bajas incentivadas.
Las ratios de gestión tambiíén contrastan con la evolución de los emolumentos de los grandes directivos. Las entidades cosecharon un beneficio atribuido conjunto de 3.403 millones en 2010, según datos de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA). Se trata de su peor resultado en una díécada y representa un derrumbe del 23% frente al año precedente.
Sobre las cuentas del sector pesa la caída del margen de intereses derivada del encarecimiento de la financiación y de los bajos tipos de interíés que limitaron los ingresos logrados con la concesión de críéditos. Otros factores a considerar son la caída generalizada de la actividad económica y el implacable ascenso de la morosidad.
De las 35 cajas analizadas, 15 incrementaron los pagos a sus cúpulas. Son Ibercaja, Novacaixagalicia, Kutxa, Caja Badajoz, Caja Círculo, Caja Madrid, Caixa Laietana, Cajamurcia, Cajastur, Sa Nostra, Bancaja, Caja Inmaculada (CAI), Caja Granada, La Caixa y Caja Vital. En el resto ha decrecido.
El epígrafe de más peso en las retribuciones es siempre el salario que perciben los principales ejecutivos, pero el mayor número de reuniones del consejo para debatir posibles fusiones y de algunas comisiones para analizar cuestiones tales como el destino de las inversiones, han hecho que las dietas hayan subido bastante en muchas firmas. Los dos casos que presentan incrementos más llamativos de la remuneración global son Ibercaja y Novacaixagalicia.
En la entidad aragonesa los pagos a los consejeros y la alta dirección se habrían incrementado de un año para otro un 71%. Pero fuentes oficiales aclaran que el equipo directivo sigue cobrando lo mismo y que el alza se debe a que el informe de 2010 desvela la remuneración conjunta de 16 directivos de la casa mientras que el del año precedente solo sumaba los pagos a seis ejecutivos.
Las retribuciones de Novacaixagalicia se comparan con los pagos a la cúpula de Caixanova -es decir, no contempla los de Caixa Galicia para evitar duplicidades-, cuyo presidente ha tomado las riendas de la nueva gran caja gallega. Un criterio similar se ha aplicado con Caja España-Duero, Unnim y Catalunya Caixa.
Portavoces de Novacaixagalicia aclaran que el salario de los altos directivos bajó un 14,7% el pasado año y que, si suben los ingresos por dietas, es porque la fusión ha multiplicado las reuniones del consejo. Aun así, los pagos para planes de pensiones tambiíén se dispararon hasta 2,8 millones, muy por encima de lo que recibían los ejecutivos en Caixanova (130.000 euros) y en Caixa Galicia (1,5 millones).
El pago de incentivos tambiíén ha sido objeto de reciente políémica. Caja Madrid tenía pendiente entregar 25 millones de euros a su expresidente Miguel Blesa y otros nueve ejecutivos. Pero el actual consejo de administración encabezado por Rodrigo Rato decidió en última instancia "finalizar, no renovar y no reconocer" este desembolso.
Las cifras
2 entidades han sido intervenidas por el Banco de España en la actual crisis: Caja Castilla La Mancha (CCM) y Cajasur. Fueron adjudicadas a Cajastur y BBK, respectivamente.
1% es el descenso en la remuneración total del consejo de administración y la alta dirección de las cajas de ahorros el año pasado.
3.403 millones ganaron las cajas de ahorros en 2010, su peor resultado en 10 años.