Coches propulsados por orina
Por Eloísa López
Los precios actuales del petróleo suponen un gran incentivo para que las grandes mentes de cualquier cultura se pongan a inventar alternativas que eliminen la dependencia energíética de los combustibles fósiles. Y a una científica americana se le ha ocurrido una idea para obtener energía de una fuente inagotable y a la vez ecológica: la orina.
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Gerardine Botte, profesora de química e ingeniería biomolecular en la Universidad de Ohio (USA) ha desarrollado una tecnología que permite generar hidrógeno a partir de la orina, simplemente aplicando una ligera corriente elíéctrica al líquido.
Orina como combustible
El hidrógeno es un componente fundamental para la pila de hidrógeno, una de las alternativas propuestas por los ingenieros de automoción a los tradicionales gasolina y diesel como combustible. El problema es que generar hidrógeno a partir de agua, por ejemplo, resulta un proceso caro y costoso.
El descubrimiento de la norteamericana es significativo, porque para obtener hidrógeno de la orina se necesita mucha menos energía que para hacerlo del agua. Además, al usar el pis como fuente de energía, se ahorrarían recursos en la gestión de residuos, convirtiendo las depuradoras en plantas de energía.
40 kilómetros por litro
Según los datos aportados por Gerardine Botte, un vehículo equipado con una pila de combustible que funcione con orina podría recorrer cerca de 150 kilómetros con un galón de orina, es decir, algo menos de 40 kilómetros por litro de urea. Un gran incentivo para concienciar a los ciudadanos de que orinar en la calle no solo ensucia las ciudades, sino que supone un derroche de energía.
Granjas y estadios
Además, este descubrimiento se podría aplicar a muchos otros ámbitos de la vida, con un enorme potencial. Así, según Botte, el mayor potencial de esta tecnología se encuentra en zonas donde se reúne una gran cantidad de gente, como aeropuertos o estadios de fútbol, por ejemplo. En una oficina con 200 o 300 trabajadores, se podría generar energía suficiente para el sistema de climatización, por ejemplo.
Por otro lado, su aplicación en explotaciones ganaderas con animales grandes, como vacas, podría generar energía suficiente para abastecer de agua caliente a 19 hogares, contribuyendo tambiíén a lograr energía para la calefacción y otras aplicaciones domíésticas.