Intenta convencer a Bancaja -con íéxito- y a BBK -con poco íéxito- para que le secunden. El plan de ACS consiste en no acudir a la OPA y que luego se liberen activos, especialmente activos nucleares. Mientras, el ministro Sebastián continúa reflexionando sobre el mapa energíético español. Esos activos se sumarían a Unión Fenosa. Pero ACS tambiíén tendría problema para consolidar Fenosa en el caso de una fusión con Gas Natural. Sospecha: en cuanto la acción de Iberdrola se aproxima a 9,20 euros, Florentino saca otro as de la manga
Al final, la francesa EDF se echó atrás en Iberdrola. Por tanto, Florentino Píérez, estancado por Galán en la elíéctrica, se ha vuelto a poner en contacto con E.ON, con la salutífera intención de que los alemanes lancen una OPA. La aversión entre el presidente de ACS por Ignacio Galán aumenta día a día, y ya no se para en barras. Así que está dispuesto a ejercer de “vendepatriasâ€: que los alemanes se hagan con Iberdrola en la confianza de que el 12,8% (títulos más derivados) de ACS no acudirían a la OPA. Así les saldría más barato y, además, Píérez no impediría dinero por su participación, sino activos, a ser posibles activos de Iberdrola. Preferentemente nucleares, para poder vender ante el ministro de Energía, Miguel Sebastián, que España no ha perdido su marca nuclear (las participaciones nucleares de Fenosa son mínimas).
Mientras E.On se lo piensa Florentino no para: ha hablado con accionistas de IB para intentar llevarlos a su redil, pero se ha encontrado con la medio negativa de Bancaja (6%) y la negativa completa de BBK (7,5%). Ver para creer: a pesar de las reticencias del pasado, ahora mismo uno de los mayores defensores de Galán es el presidente de la BBK, Xavier de Irala. Además, el Gobierno vasco sabe que influiría mucho menos con los alemanes.
En cualquier caso, sorprende la inacción de un Gobierno como el de ZP y de un ministro como Sebastián, ante la posibilidad de perder Iberdrola, cuando ya perdimos Endesa.
Píérez ha renunciado a hacerse con Iberdrola pero tambiíén fusionarla con su Fenosa (46%). El problema, al igual que ocurre con una posible fusión de Fenosa con Gas Natural es el mismo: ahora mismo ACS consolida por integración global a su filial Fenosa, de la que posee un 46% y que, sin embargo, posee casi la misma capitalización que la matriz.
Si deja de ser socio de referencia tendría que consolidar por puesta en equivalencia, un verdadero desastre para ACS.
Y dicho todo esto, la sospecha es que en cuanto la acción de Iberdrola (el viernes cotizaba entre 9,3 y 9,4) se aproxima a los 9,2 euros por título surgen rumores de fusión. La razón es sencilla: a ese precio se activan las cláusulas de recobro de las premisas de ACS, el principal de los cuales es el BBVA.