Según - RAMí“N MUí‘IZ del EL COMERCIO
La jefa de servicio fue perfeccionando con el tiempo su presunta mecánica delictiva y fue descubierta justo cuando iba a lanzar un quinto sistema
Los indicios de delito se remontan a la etapa de la funcionaria en la Consejería de Bienestar
Hay que ser muy bueno para entrar en el Cuerpo Superior de Administradores, la elite de los funcionarios. Marta Renedo Avilíés accedió a este grupo, alcanzando el nivel 28 de los 30 en los que está dividido el escalafón de los empleados públicos. Lo hizo por la rama del Derecho, obteniendo el puesto de jefa de servicio, lo que le facilitaba un sueldo base de 24.073,74 euros más complementos, que redondeaban unos 3.000 euros líquidos al mes. No era suficiente. Gracias a su dominio del sistema, la mujer fue desarrollando hasta tres mecanismos distintos para apropiarse de dinero público. Todos se sirven de carencias en el sistema de controles de la administración. Cada míétodo perfecciona al anterior y le procura mejores ingresos. En el momento de mayor intensidad, Renedo consigue desviarse hasta 77.000 euros al mes de dinero público.
Según el sumario del 'caso Renedo', un error cometido de forma casual hará que caiga todo este castillo de naipes, justo en el momento en el que la jefa de servicio parece estar preparando el que hubiera sido su cuarto sistema. Se acaba así una carrera que, según los indicios, arrancó en 2003, en la Consejería de Bienestar.
1. Desde Argentina hasta una cuenta de Bankinter
Los primeros expedientes
Pilar F. A. es una asturiana que vive en Argentina. Tiene más de 50 años y está instalada en Lomas de Zamora. En febrero de 2002, para realizar unas gestiones, su hija Gabriela A. A., entrega fotocopias del pasaporte y partidas de nacimiento en las oficinas del Principado. Según declararán tiempo despuíés ante la Policía, la persona encargada de recoger toda esta documentación es una funcionaria de Bienestar llamada Marta Renedo Avilíés.
Gracias a esos datos, la funcionaria abre una cuenta en Bankinter a nombre de Pilar. El 29 de octubre de 2003 entra el primer ingreso, 1.202 euros justificados como ayuda a favor del emigrante retornado. Contará la propia emigrante que el asunto es curioso, puesto que en esos años no viajó a Asturias, nunca abrió una cuenta en Bankinter y, además, no tenía pensado retornar al país. Pese a estos datos, Renedo Avilíés, que es jefa de servicio de prestaciones, tramita la citada ayuda, lo que dará derecho a una serie continuada de abonos.
En 2004 Renedo Avilíés pasará a la Consejería de Cultura como jefa de servicio de promoción cultural, cargo desde el que firma la conformidad para pagar en la cuenta de Bankinter unas facturas en concepto de «estudio fotográfico exposición museográfica MUJA». Los recibos están expedidos por una teórica empresa llamada Oxiplans S.L. La autorización del gasto lleva la firma del director general Carlos Madera. Cabe matizar que íéste ha tenido que prestar declaración en Comisaría hace unos meses, señalando que no reconoce su firma en algunos de los expedientes que le enseñó la policía. A esta factura le seguirán otras más que llevan dinero de las arcas públicas a la cuenta abierta a nombre de Pilar.
2. Una octogenaria que factura 'banners'
El engaño a empresarios
El director general Carlos Madera indicará a varios empresarios de suministros que su jefa de servicio Marta Renedo, va a ser la persona que se encargará de hacer las contrataciones. Que traten con ella. Renedo entra así en un nuevo círculo. «Nos parecía muy rigurosa, muy seria en todo; de hecho, cuando cogía confianza contigo, decía que en la consejería pasaban cosas muy raras, que algunos se saltaban las normas y que eso le ponía enferma», explica a este periódico uno de esos emprendedores.
Pocos imaginan entonces que Renedo Avilíés está dando sus primeros pasos fuera de la legalidad. Los informes policiales explican cómo abre en Bankinter una cuenta a nombre de María S. B. B. una octogenaria cuya identidad suplanta. La jefa de servicio cogerá a varios empresarios con los que tiene relativa confianza y les explica que la consejería está interesada en que se publicitaran en la Feria de Arco de Madrid. Les indica que hay una empresa, Oxiplans, que está preparando los anuncios, que serán para internet, en forma de banners. Al menos tres empresas aceptan la propuesta. A todas ellas, les hará llegar Renedo facturas por unos banners que, en realidad, nunca nadie verá.
3. Implan Mounts, la expansión de la trama
La tercera consejería
Los sistemas anteriores funcionan, cuando Renedo Avilíés llega a Administraciones Públicas y opta por dar un salto. En julio de 2008 funda una empresa real, Implans Mounts. A uno de los empresarios que han sido investigados, le plantea un dilema. Le urge para que se presente a seis proyectos, consigue que se los adjudiquen e incluso que el Principado le pague el dinero correspondiente. Es algo más de 223.000 euros. Cuando el dinero ha sido entregado, Renedo comunica al empresario que sus superiores han cambiado de idea, que esos trabajos no son prioritarios, y que ahora urge digitalizar unos archivos. La jefa de servicio propone que devuelva el dinero sufragando esas labores que, según sostiene, está realizando una empresa denominada Implans Mounts. El desvío de fondos se consuma.
4. Del desvío a la adjudicación directa
Un hueco en el sistema
Renedo Avilíés no volverá a implicar más a este empresario. El motivo quizás estribe en que ha conseguido un míétodo eficaz para facturarse ella misma dinero de la consejería a favor de Implans. De hecho, la Policía encontrará en su escritorio útiles que permitirían suplantar la firma de su superior para tramitar los expedientes. Además de este dinero, Implans Mounts consigue pagos que le hace Igrafo.
Las escuchas policiales demuestran que la funcionaria se siente muy segura con una red que le proporciona grandes privilegios. El día en el que la Policía registra su domicilio, abre el cajón de la mesilla de noche y ocupa en íél 3.000 euros.
El 'caso Renedo' ha evidenciado que el Principado no mira quiíén está detrás de las empresas que se llevan contratos menores. De cruzar estos datos, habría descubierto antes que Renedo era la administradora única de Implans Mounts, empresa que recibió más de 600.000 euros desde Administraciones Públicas. Quizás pensando en que en algún momento el Principado sí efectuaría este control, la jefa de servicio estaba preparando un nuevo mecanismo.
Hay conversaciones con su asesor, una semana antes de la destitución, en las que discuten la constitución de una nueva sociedad. Por conversaciones posteriores, se entiende que la misma se abrió efectivamente, pero a nombre de la mujer del asesor. De esta forma, habría sido casi imposible relacionar los fondos que pudiera recibir la nueva 'tapadera' con el nombre de Renedo Avilíés.