Por... ALISON MUTLER
BUCAREST -- Rumania ha recibido prestados miles de millones de dólares del Fondo Monetario Internacional pero muchos rumanos se preguntan si el propio enviado especial de la entidad crediticia, Jeffrey Franks, necesita un críédito tras haber sido visto con los zapatos rotos durante su audiencia con el presidente Traian Basescu.
La imagen del sábado ensombreció los comentarios de Franks sobre el gasto público, despidos o la inflación en la nación balcánica. Misteriosamente, la foto de los zapatos rotos desapareció el martes de la página presidencial en internet.
Como sea, el tema de los zapatos sigue dominando las noticias en Rumania.
"No hay excusa para acudir ante el presidente de un país con los zapatos rotos", dijo el comentarista de televisión Mircea Badea.
Franks fue preguntado el lunes por los zapatos en una conferencia de prensa sobre la economía rumana.
"Prefiero hablar de Rumania en lugar de temas personales", respondió el enviado del FMI, pero agregó: "Hoy me cambiíé de zapatos".
La respuesta no fue del gusto de algunos rumanos y el programa de televisión Realitatea TV destacó que Franks llevaba un traje oscuro con mocasines marrones desgastados.
"Y miren el tipo de reloj que lleva, un electrónico de los que cuestan 10 euros".
Cobbler Stefan Filipas, de la ciudad occidental de Arad, intervino en el debate.
"Estoy seguro de que Jeffrey Franks lleva esos zapatos porque son cómodos, no porque no pueda costear unos nuevos", dijo Filipas el martes al diario en internet Glasul Aradului. "Yo los arreglaría o le enviaría un par nuevo hecho con materiales rumanos, para que tenga algo que le recuerde Rumania, como nosotros le recordamos a íél", agregó.