El laboratorio francíés Servier, que comercializó un fármaco contra la diabetes retirado del mercado en 2009 tras demostrarse graves efectos secundarios, conocía "al menos desde los años noventa" la toxicidad de ese medicamento, según datos de un informe difundido por "Le Monde" y desmentido por el grupo.
El Mediator, que se vendía en Francia desde 1976 para aquellos pacientes que además tenían problemas de sobrepeso y grasa en la sangre, es, según la Seguridad Social, el origen de al menos 500 muertes, cifra que otros estudios citados por la prensa gala elevan hasta 2.000.
El informe interno al que hace alusión el rotativo galo presenta los resultados de un estudio de 1993 realizado por su filial británica con seis voluntarios.
En los estudios se comprobó que entre los tres principales metabolitos que aparecían en el organismo en relación con el fármaco benfluorex (nombre científico del Mediator) figuraba la norfenfluramina, una anfetamina de alta toxicidad.
Ese principio activo era el mismo que se aparecía ante la toma de otros dos productos de Servier (Ponderal e Isomeride) que fueron retirados del mercado en 1995 por sus efectos secundarios, al causar una hipertensión arterial pulmonar, origen de insuficiencias cardíacas.
"Le Monde" indicó hoy que Servier "no podía ignorar que desde los noventa el Mediator era peligroso porque se transformaba en norfenfluramina", y que por lo tanto podía prever la posibilidad de que provocara los mismos efectos secundarios que esos otros fármacos retirados.
Fuentes de Servier, sin embargo, indicaron hoy a Efe que el artículo de "Le Monde" es "deshonesto y mentiroso", porque "a mediados de los noventa la comunidad científica no conocía todavía la nocividad de ese compuesto".
El laboratorio galo añadió que en 2009, año en que hubo las suficientes pruebas para demostrar su toxicidad, fue cuando se procedió a su retirada del mercado por parte de las autoridades sanitarias.
Este caso hizo reconocer al Ministerio de Sanidad que iba a ser necesario recuperar la confianza de los pacientes en el sistema de vigilancia sanitario, mientras que Servier se ha declarado dispuesto a indemnizar a las víctimas a condición de que íéstas abandonen el proceso judicial en marcha.