El consejo de administración de Abertis decidió este martes vender Saba, la filial que engloba el negocio de aparcamientos y logística, a Torreal y Proa Capital. Este consorcio, liderado por la firma del financiero Juan Abelló, se ha impuesto en la subasta a Magnum Capital Industrial Partners y la Mutua Madrileña, finaliistas del proceso, como adelantó El Confidencial el pasado jueves.
La oferta presentada por Torreal y Proa Capital, gestionada por ex directivos de N+1, ronda los 900 millones de euros y supera ligeramente la propuesta formalizada por el private equity presidido por íngel Corcóstegui y la aseguradora madrileña. Según distintas fuentes, Magnum y su socio industrial habrían ofrecido unos 800 millones.
La batalla ha sido dura, ya que Torreal y Proa Capital se enfrentaban a una Mutua Madrileña con grandes relaciones con La Caixa, máximo accionista de Abertis. En enero le compró el 50% del grupo de seguros generales Adeslas, en una operación que valoraba esta filial en 1.050 millones. Por si fuera poco, la aseguradora ya tenía experiencia en este sector de aparcamientos, ya que el pasado año adquirió los parkings subterráneos de FCC -empresa controlada por Eshter Koplowitz- por 120 millones de euros.
La subasta tambiíén contaba con otros dos finalistas, las firmas de capital riesgo Investindustrial y KKR. La primera, dirigida por Carlo Bonomi, tambiíén tenía un cauce de comunicación abierto con La Caixa, ya que a finales de 2009 le compró la mitad de Port Aventura.
Torreal y Proa Capital han contado con el asesoramiento de Rothschild y de 360 Corporate en una operación que ha sido intermediada por AZ Capital. Esta boutique está dirigida por Jorge Lucaya, exdirector general de Morgan Stanley, donde coincidió con el actual consejero director general de Criteria, Gonzalo Gortazar.
Ahora, con la operación cerrada, Abertis ofrecerá a todos sus accionistas recibir el importe de la venta mediante un dividendo extraordinario en efectivo o en acciones de Saba, que no cotizará en bolsa. La Caixa ha decidido quedarse con el dividendo en especie, mientras que CVC y ACS, dueñas del 25% del grupo, optarán por el dinero contante y sonante.
Un sector en ebullición
Las concesiones de aparcamientos, ya sean en superficie o subterráneos, se han convertido en un negocio muy goloso para los inversores financieros. Recientemente, Acciona vendió su subsidiaría a un fondo escandinavo por cerca de 180 millones. A mediados del pasado año fue FCC la que desinvirtió. Antes lo había hecho Ferrovial, que colocó Cintra Aparcamientos a la portuguesa Emparque por 450 millones.
Metrovacesa hizo lo propio a finales de 2009 cuando vendió sus plazas de estacionamiento a Interparking por unos 100 millones. El último en sumarse a esta moda ha sido ACS, que tambiíén ha iniciado el proceso de desinversión, aunque su presencia se reduce a 21.000 aparcamientos. Saba dispone de más de 136.000, con presencia en España, Portugal, Andorra, Francia, Italia y Chile. Más de la mitad de sus ingresos, que en 2010 fueron de 152 millones, proceden del exterior