La caída del 7,26 % que vivieron ayer las acciones del grupo informático Hewlett-Packard (HP) arrastró a los números rojos al Dow Jones de Industriales, el principal indicador de Wall Street, que ya se había visto afectado por la difusión de datos macroeconómicos peores de lo esperado en EE.UU..
El índice de referencia de la Bolsa de Nueva York terminó el día con un descenso del 0,55 %, con el que acabó situado en las 12.479,58 unidades.
Por contra, los otros dos principales indicadores de Wall Street lograron moderar las píérdidas con los que arrancaron la jornada y finalmente el selectivo S&P 500 terminó con un mínimo descenso del 0,04 %, mientras que el índice compuesto del mercado Nasdaq logró cerrar la sesión con un avance del 0,03 %.
Desde el inicio de las contrataciones en el parquíé neoyorquino, el grupo informático Hewlett-Packard lideró el terreno negativo del Dow Jones despuíés de que se viera forzado a adelantar la publicación de sus resultados empresariales -que tenía prevista para el miíércoles- ante la filtración de un documento en el que su consejero delegado, Líéo Apotheker, advertía a su equipo directivo de que el próximo trimestre tambiíén será “difícil".
El grupo informático ganó 2.304 millones de dólares en el segundo trimestre de su ejercicio fiscal (febrero-abril), un 4,72 % más interanual, lo que estuvo algo por encima de los pronósticos de los analistas, pero la compañía decepcionó ampliamente a los inversores de Wall Street tras revisar a la baja sus pronósticos de beneficio para el próximo trimestre y para el conjunto del año.
La compañía está atravesando dificultades para reducir el impacto de la caída de sus ventas de ordenadores personales entre clientes particulares, que bajaron un contundente 23 % tan sólo en su segundo trimestre de 2011.
Tampoco fueron muy bien recibidas las cuentas de la mayor cadena minorista del mundo, Walmart, que se dejó el 0,93 % despuíés de anunciar que en el primer trimestre de 2011 tuvo una ganancia neta de 3.390 millones de dólares, el 3 % más que los 3.301 millones que contabilizó en la misma fecha del pasado año.
A pesar del ligero aumento de sus beneficios, la compañía no logró evitar encadenar su octavo trimestre consecutivo de descensos en los ingresos de las tiendas abiertas en Estados Unidos el último año, lo que hace temer a los analistas que la empresa pueda perder su hegemonía en este mercado.
Mejor fueron recibidas las cuentas de la mayor cadena de tiendas de bricolaje y reformas del hogar del mundo, Home Depot, que en el primer trimestre de su año fiscal ganó 812 millones de dólares, el 12 % más que en el mismo periodo del ejercicio anterior, en línea con lo previsto por los analistas.
El ánimo vendedor del inicio de la jornada no había venido determinado solamente por el ámbito empresarial sino tambiíén por las malas noticias macroeconómicas difundidas hoy en EE.UU., entre las que destacó sin duda el dato de que el inicio de construcción de viviendas en este país disminuyó el 10,6 % en abril y apuntó a un ritmo anual de 523.000, en tanto que los permisos para nuevas obras bajaron el 4 %, según el Departamento de Comercio.
Esos datos cayeron como un jarro de agua fría sobre Wall Street, ya que señalan la debilidad del mercado inmobiliario y el sector de la construcción, que siguen abrumados por el gran número de viviendas en venta y casas bajo ejecución hipotecaria, además de por una demanda afectada a su vez por el alto desempleo, la rigidez del críédito bancario y la disminución de los sueldos reales.
Tras el cierre de la sesión, otro importante grupo informático, Dell, presentó sus resultados empresariales relativos al primer trimestre de su ejercicio fiscal, pero en este caso la tecnológica sí que logró alegrar a los inversores de Wall Street.
En las contrataciones electrónicas posteriores al cierre, sus acciones avanzaban el 5,16 %, despuíés de anunciar que ganó 945 millones de dólares durante el primer trimestre de su ejercicio fiscal 2012 (febrero-abril), el 177 % más interanual.