El caso de una mujer...
Charo García se gana la vida limpiando baños y lo hace con una sonrisa. Barre, trapea y realiza otras tareas en una escuela secundaria pública y se siente orgullosa de crear un ambiente agradable en el que los chicos estudien mejor.
"Limpio como si se tratara de mi casa", declara Charo, quien tiene un hijo de 15 años. Pero hay un problema: no cobra su sueldo desde hace cuatro meses.
Es un drama compartido por muchos españoles: legiones de trabajadores, desde jardineros hasta albañiles, llevan meses sin cobrar ya que sus patrones no tienen con quíé pagarles en medio de una recesión, un incremento de la deuda y escasas expectativas de que las cosas mejorarán pronto.
Pero la gente como Charo no tiene opciones, pues si renuncia pierde el derecho a cobrar un seguro de desempleo y queda expuesta a un mercado laboral con una desocupación de 21%.
Charo, quien tiene 51 años, se aferra a su trabajo y sobrevive como puede, a la espera del día en que vuelva a cobrar.
La mujer trabaja media jornada y tenía un sueldo de 475 euros (unos 8 mil pesos) mensuales. La empresa para la que trabaja se hace cargo de la limpieza de 23 escuelas públicas de Madrid y sus alrededores.
Su esposo, Manuel, es un guardia y gana 1,000 euros (unos 16,840 pesos) al mes.
"Desde el punto de vista psicológico es devastador", expresó Charo. "No síé si la gente entiende lo que es trabajar sin cobrar, lo deprimente que es", agregó.
Charo dice que tiene problemas para dormir y cuando lo hace sufre pesadillas. Ya no sabe quíé más hacer para recortar gastos. No encendió la calefacción en el invierno y dormía con varias frazadas. Trata de usar la lavadora lo menos posible y cambió la dieta de su familia: la carne y el pescado son un recuerdo lejano y ahora se come lentejas y habichuelas. Perdió tres kilos desde enero.
Casi llora al hablar de los sacrificios que hace su hijo Manuel: No le dan dinero, no puede usar telíéfono celular, no le compran calzado, no va al cine con sus amigos ni puede comprarse un refresco. Pero no se queja: "Me dice que aguante y que no me preocupe por íél, que no me va a pedir nada. Y me da un beso y me abraza".
Charo y algunos de sus compañeros de trabajo se hartaron y se declararon en huelga en mayo. No cobraban desde Navidad.
Plataforma contra la Morosidad, una organización de Barcelona, calcula que en la última crisis cerraron medio millón de empresas en España y que los gobierno municipales adeudan unos 35,000 millones de euros (unos 589 mil millones de pesos) a sus contratistas.Pedro Arahuetes, que representa a la Federación de Provincias y Municipalidades de España, dice que no puede confirmar esa cifra, pero que "se habla mucho de esto" y se analiza quíé hacer.Acota, no obstante, que los atrasos en los pagos de los municipios no son nada nuevo. Lo que sí es nuevo, dice, es la reticencia de los bancos a otorgar líneas de críédito que permitan a las empresas capear el temporal.