El Grupo Vocento vive una situación explosiva. Ni el presidente, Diego del Alcázar, ni el consejero delegado, Josíé Manuel Vargas, tienen asegurada su continuidad en el cargo a corto plazo. Según fuentes internas de la sociedad, un frente que aglutina a pesos pesados como Soledad ‘Petisa’ Luca de Tena, Víctor Urrutia y Josíé Bergareche estaría por la labor de forzar la salida del actual presidente de la compañía, al que acusan de no haber sabido pacificar el Consejo y de tener intereses cruzados en la compañía. Una posibilidad que surge cuando la mayoría de los consejeros tambiíén da por segura la salida Vargas.
"La única duda es cómo hacerlo. Hay consenso sobre la decisión", aseguran. No sólo le reprochan el fichaje por Prisa de su número dos, Josíé Luis Sainz; tampoco sale bien parado de un reciente informe de evaluación de los directivos. La última crisis arrancó hace poco o más de un mes, precisamente con la salida de Sainz rumbo a la competencia. “La mayor parte del Consejo considera indefendible que tu mano derecha, a quien has puesto al frente de los medios nacionales, se vaya a El País como consejero delegado con el plan estratíégico de Vocento debajo del brazo. En cualquier empresa hubiera tenido una cláusula que se lo impediría. Y en cualquier empresa el primer ejecutivo hubiera tenido que responder por elloâ€, explican estas fuentes.
“El Consejo y Del Alcázar pidieron entonces a Vargas más información sobre la situación en la cúpula directiva. Y por decirlo suavemente, el consejero delegado no sale muy bien parado en el informe de evaluación de los ejecutivos: falta de autocrítica, un clima que hace imposible aportar…â€, remachan. Es entonces cuando Petisa, consejera de la casa y pareja de Josíé Manuel Vargas, empieza a centrar sus críticas en Del Alcázar para, según interpretan fuentes de la cúpula de la sociedad, desviar la atención sobre la responsabilidad del CEO.
“La presión sobre el presidente enlaza con su ineficiencia para apaciguar el Consejo y con su falta de control sobre el consejero delegado. Está siendo víctima de una cierta guerra sucia. Se le han sacado los conflictos de intereses que tiene y ha tenido en la casa. Por ejemplo, dicen que maniobró para que Vocento comprara por una cantidad millonaria Infoempleo.com, que era propiedad de su mujer. Tambiíén se le reprochan las columnas en ABC de expertos del Instituto de Empresa, institución que íél preside. Se ha abierto la vedaâ€, añaden fuentes internas de Vocento.
Otras fuentes de la cúpula simplemente le consideran “un presidente anodino, que no plantea nada. Todo lo lleva Vargasâ€. Tanto Víctor Urrutia como los Bergareche, íéstos con cuitas pendientes con Del Alcázar, abrazan la operación de derribo. “Josíé Bergareche quiso ser presidente cuando dejó el cargo de consejero delegado y tuvo que sufrir cómo los Ybarra y los Luca de Tena le colocaban a Del Alcázar. Por su parte, Urrutia está harto de que su patrimonio se reduzca desde la OPV. Es el segundo año sin dividendos mientras se siguen vendiendo las joyas de la abuela, esto es, los terrenos de ABC. Parece partidario de tomar decisiones más drásticasâ€, explican fuentes próximas a la compañía para interpretar esta posición.
La salida de los dos
“Ni uno ni otro deberían seguir contra más de la mitad del Consejo. Deben irse los dosâ€, explican fuentes de la compañía al más alto nivel. De hecho, Del Alcázar ya ha anunciado que abandonará el cargo cuando venza su mandato, en abril de 2012. El actual presidente de Vocento ha venido renunciando a su retribución como presidente de la firma en los últimos años, en línea con los duros ajustes que han tenido lugar en la empresa. Su remuneración anual se ha limitado a las dietas, en torno a los 50.000 euros anuales. El accionariado de la compañía, muy repartido, lo concentran una serie de familias. Por ejemplo y según datos de la CNVM, Víctor Urrutia controla un 10,1%; las hermanas Luca de Tena tambiíén superan el 10% y los Bergareche rozan el 8% a travíés de Bycomels.
Pocas dudas hay de que las aguas no bajan limpias en Vocento desde hace meses. Los números no salen. Como publicó este diario a finales de noviembre, parte del Consejo ya quería soluciones entonces ante las píérdidas del diario ABC. Claudio Aguirre, consejero de la casa, expresó sus dudas sobre el futuro financiero del rotativo y abogó por buscar un socio gestor para el buque insignia de Vocento. No es el único partidario de deshacerse de los negocios que no sean rentables, víéase la radio o la propia televisión. Vocento perdió en 2010 un total de 9,6 millones de euros, lastrado por ABC. El rotativo se ha dejado más de 120 millones en los últimos tres años, un escenario agravado este año por la debacle publicitaria. Sin contar con la deuda neta del grupo, que está ya en 125 millones de euros.
“La crisis lleva más de 30 días sobre la mesa. Hay cargos importantes en la casa que viven una situación de extrema debilidad y por eso se filtran movimientos empresariales, como la posible compra de un 20% de La Voz de Galicia, una apuesta que carece de todo sentidoâ€, explican fuentes próximas a la compañía. Desde la cúpula de la empresa se explica, bajo condición del anonimato, que hay un problema claro de dirección en la sociedad y de hacia dónde se quiere ir. No falta quien asegura que la única salida para el grupo es una operación corporativa que implique la entrada de un socio financiero y la profesionalización de la gestión. Una suerte de modelo a la Prisa.