Por... Andríés Oppenheimer
El jefe de asuntos latinoamericanos del Departamento de Estado de Estados Unidos, Arturo Valenzuela, dice que la creciente presencia económica de China en Amíérica Latina no le quita el sueño. Los países de la región están empezando a descubrir que les conviene más comerciar con Estados Unidos que con China, afirma.
En una entrevista, Valenzuela me señaló que discrepa con algunas afirmaciones que hice en mi columna anterior, en la que decía que Estados Unidos está perdiendo terreno en Latinoamíérica -tanto en el ámbito económico como en el político- y que el gobierno de Barack Obama debería proponer un ambicioso plan de cooperación con la región.
En esa columna, citaba el hecho de que la participación de las exportaciones de Estados Unidos en las importaciones totales de Amíérica Latina ha caído de 55 por ciento a 32 por ciento en la última díécada, según un nuevo informe de la Cepal. Algo parecido ha pasado con las inversiones extranjeras de Estados Unidos en la región.
Mientras tanto, China ha reemplazado a Estados Unidos como principal socio comercial de varias naciones sudamericanas y está empezando a emerger como importante inversor en la región.
Pero Valenzuela, que ha anunciado que dejará su cargo para volver a la docencia universitaria en los próximos meses, me dijo que las cifras del volumen total del comercio e inversión no son tan significativas como el contenido de los mismos.
Los latinoamericanos están empezando a darse cuenta de que China compra a la región casi exclusivamente materias primas y se niega a comprar productos con mayor valor agregado, explicó.
Comparativamente, Estados Unidos está comprando a los países latinoamericanos productos más sofisticados, algo que es mucho más lucrativo para los países de Latinoamíérica, agregó.
"Los argentinos se han topado con un problema: están produciendo soja procesada, pero los chinos les dicen que no van a comprar soja procesada", dijo Valenzuela.
"Los chinos sólo compran soja sin procesar, porque quieren dar empleo a sus trabajadores en China".
En cambio, Estados Unidos no ve a los países latinoamericanos como una mera fuente de materias primas, sino tambiíén como lugares en los que empresas de ambas partes pueden abastecerse mutuamente con partes o servicios para volverse más competitivas globalmente, añadió.
Citó el caso de Míéxico, en que el 80 por ciento de sus exportaciones a Estados Unidos son envíos entre empresas, tales como espejos para automóviles, o partes de computadoras.
Así mismo, la gigantesca empresa de aviones brasileña Embraer exporta la mayoría de sus aviones a Estados Unidos, y utiliza tecnología estadounidense para construirlos, dijo Arturo Valenzuela.
Entonces, ¿usted no está muy preocupado por el volumen de las ventas de China a Latinoamíérica?, le preguntíé.
"No, no lo estoy", me dijo Valenzuela. "Creo que es muy bueno que Latinoamíérica tenga nuevos mercados para sus exportaciones de materias primas. Pero si la región se limita a exportar solamente materias primas, volverá al pasado", afirmó.