El Fondo Monetario Internacional (FMI) renovó este lunes su apoyo al plan de rigor del gobierno británico, al estimar que seguía siendo apropiado pese a las señales de debilidad de la economía, cuando se escuchan algunas voces que piden su flexibilización.
En su última evaluación anual sobre el estado de la economía británica, el FMI asegura que la recuperación está "encarrilada" aunque reconoce que "la debilidad del crecimiento y el aumento de la inflación en estos últimos meses eran inesperados".
"Esto plantea la pregunta de saber si hay que ajustar la política macroeconómica. La respuesta es no", escribe el FMI en su informe.
Este aliento a la política de rigor británica se produce cuando el gobierno enfrenta llamamientos para que flexibilice su plan de austeridad con el objetivo de preservar la recuperación tras dos trimestres consecutivos de estancamiento.
El FMI agrega que sigue previendo un crecimiento a "un ritmo moderado" de la economía británica, e incluso bajó ligeramente su previsión para este año a 1,5%, contra 1,7% en sus precedentes proyecciones que se remontan a abril pasado.
Para el futuro, el FMI se muestra un poco más optimista y dice prever una "aceleración gradual (del crecimiento británico) hasta el 2,5% a medio plazo", cuando apostaba por una expansión de 2,3% el próximo año