El aumento de la prima de riesgo de España empieza a pasar factura. Dos meses despuíés de que ACS anunciara a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que había alcanzado un principio de acuerdo para vender Clece a Mercapital y Permira por 608 millones, la operación pende de un hilo porque las dos firmas de capital riesgo no consiguen cerrar la financiación necesaria para comprar la filial de servicios.
El comunicado del holding presidido por Florentino Píérez confirmaba la noticia adelantada por El Confidencial esa misma mañana del 1 de abril. La constructora señalaba que había suscrito un contrato de compraventa con LUXPEAK S.í r.l. (de Permira) y con Mercapital Private Equity que, no obstante, estaba sometido "a las condiciones de aprobación por sus respectivos consejos y a la obtención de financiaciónâ€.
Nueve semanas despuíés, la transacción sigue sin cerrarse. Las dos entidades han negociado en los últimos días dos líneas de críédito lideradas por Credit Suisse y Morgan Stanley, pero las condiciones no han sido del agrado del fondo británico y de la compañía de inversiones de la familia Loizaga.
Fuentes próximas a la operación señalan que el banco suizo y el americano concedieron la financiación hace dos semanas, pero con unos precios que no pueden ser asumidos. El diferencial que tienen que pagar Mercapital y Permira se ha encarecido por el aumento del coste del críédito de los príéstamos sobre activos españoles, argumentan otras fuentes, por lo que es necesario replantear los tíérminos del acuerdo con ACS.
Eso es lo que están haciendo las tres partes que, en ningún caso, dan por cerradas las conversaciones. Al contrario, se confía en modificar la estructura de la operación para que el vendedor asuma parte de este aumento de la prima de riesgo. O lo que es lo mismo, que rebaje el precio de venta. Las excelentes relaciones entre los accionistas del holding y la familia Loizaga puede ayudar a acercar las posturas. Josíé María Loizaga se prestó a ser el consejero de ACS en Iberdrola en la junta de 2010 de la elíéctrica, al tiempo que los financieros comparten inversiones con los March.
Trocear la compañía para facilitar la venta
No es la primera vez que Clece da más de un dolor de cabeza al grupo participado por la familia March y por los Albertos. En 2009, tras un año a la venta, ACS tuvo que suspenderla porque no encontró inversores que pagaran los 800 millones que pedía. Optó por trocearla para facilitar la desinversión, pero tampoco funcionó.
Cuando parecía que no conseguiría desprenderse de este negocio de limpieza, gestión aeroportuaria y atención en centros sociales, aparecieron Mercapital y Permira interesados en una empresa líder en su sector, con una facturación de 1.100 millones, que había crecido un 20% en los últimos diez años.
“La operación puede cerrarse porque hay mucho banco extranjero queriendo prestar dinero, aunque a precios muy altos. Se está dando entre tres y cuatro veces el beneficio operativoâ€, añade un ejecutivo de una firma que recientemente ha cerrado una operación de tamaño similar. Clece tuvo el pasado año un Ebitda de 80 millones, por lo que a Mercapital y a Permira se le exige que pongan cerca de 300 millones en efectivo.