Los desechos fíétidos arrojados por uno de los fabricantes de medicamentos más grandes de China se ha convertido en el blanco más reciente de una creciente campaña para acabar con los severos problemas de contaminación del país.
Harbin Pharmaceutical Group, ubicado al norte de China, informó el jueves que está apresurándose para modernizar su equipo y reducir las descargas en sus fábricas de antibióticos despuíés de que fue severamente criticada en la prensa nacional por la pestilencia de la que los residentes han estado quejándose durante años.
Se encontró que los niveles de sulfuro de hidrógeno cerca de las fábricas superaban 1.000 veces el límite legal, mientras los niveles de amoníaco superaban 20 el nivel permitido.
China ha intensificado sus esfuerzos para cerrar o limpiar las industrias que contaminan mucho y que han dejado a muchas comunidades contaminadas con metales pesados y otros contaminantes.