Entre los acuerdos industriales que incluye el armisticio entre Gas Natural y Sonatrach figura la posible entrada de la compañía española en el gasoducto de Medgaz, que controla el grupo estatal argelino, y que se decidirá a finales de año. Por su parte, la operación para la toma de un 5% de Gas Natural por Sonatrach se cerrará en julio.
El pacto sellado el martes entre Gas Natural y Sonatrach se traduce, por el momento, en un acuerdo sobre las revisiones de los precios de suministro de gas entre 2007 y mayo de 2010, por el que la empresa española pagará 1.310 millones de euros al grupo estatal argelino. A cambio de lo que se considera una rebaja de las exigencias del laudo, que incluía facturas por casi 1.500 millones de euros por las desviaciones de precios del trienio 2007-2009, Sonatrach tomará una participación en el capital de Gas Natural no superior al 5%, operación que materializará a travíés de una ampliación de capital que se cerrará este verano.
Este paquete de acciones, cuyo valor en Bolsa ronda los 600 millones de euros, forma parte del precio final a pagar. Pero hay que sumarlo a los citados 1.310 millones, de lo que resultaría aproximadamente la cantidad exigida en el laudo arbitral publicado en agosto del año pasado.
Pero el acuerdo, que de una manera sumaria y un tanto retórica fue comunicado el martes a la CNMV, incluye algunos compromisos de tipo industrial que irán tomando cuerpo en el futuro: oportunidades de alianza en diversas áreas, como "la posible participación de Gas Natural Fenosa en diversos proyectos de Sonatrach y en el desarrollo conjunto de otras oportunidades de negocio", señala el hecho relevante.
Uno de los proyectos que están encima de la mesa, es la participación de la empresa española en el Medgaz, la sociedad que explota el reciíén inaugurado gasoducto de Medgaz, en el que están los principales operadores del sector: además de Sonatrach, que tiene el control efectivo con un 36%, participan Cepsa e Iberdrola, con un 20%, respectivamente, y Endesa y Gaz de France, con otro 10% cada una. La participación en este gasoducto, con una capacidad de ocho bcm (mil millones de metros cúbicos) de gas, es una vieja aspiración de Gas Natural, deseo que apoya el Gobierno.
El entendimiento que la compañía ha logrado con los argelinos es un tanto a favor de una petición, para la que existe un calendario. La hipotíética entrada se resolvería a finales de este año, según fuentes próximas a la gasística. Sin embargo, hay quien asegura que el resto de socios de Medgaz no está por facilitar una entrada que, en cualquier caso, consideran que debería ser a cuenta de la participación argelina. Pero en Gas Natural creen que estas suspicacias son perfectamente salvables. En Medgaz, cada socio tiene derecho a una reserva de la capacidad del tubo en proporción a su porcentaje de capital.
El gas de los dos contratos de suministro con Argelia, que suman un volumen de nueve bcm al año, discurre por el gasoducto del Magreb que, procedente de Argelia, pasa por territorio marroquí. Algo que no ocurre con el tubo submarino de Medgaz que enlaza directamente Argelia con España, por Almería. Su afán de no depender de Marruecos llevó a Argelia a plantear un proyecto submarino, cuya construcción ha durado 10 años.
Alivio en la gasística
Sea como fuere, en Gas Natural se consideran profundamente aliviados con la resolución de un conflicto que en agosto cumpliría un año. Aunque aseguran haber provisionado la cantidad que consideraban debían pagar, lo cierto es que el laudo arbitral, que recogía todas las peticiones argelinas, no llegó en el mejor momento económico y financiero para la compañía que controlan Repsol y La Caixa.
Y es que la sentencia llegó en pleno remate de la opa y fusión de Unión Fenosa, y con un derrumbe de la demanda de gas, consecuencia directa de la crisis económica.
El papel de Repsol
Repsol debe acudir a la ampliación de capital por la que Sonatrach tomará hasta un 5% de Gas Natural, o comprar acciones en el mercado, si aquella operación diluyera su 30,8% por debajo del 30%. En caso contrario, no podría despuíés superar ese límite sin lanzar una opa.
Podría ser el principio de una gran amistad
La mayor parte de las negociaciones entre los responsables de Gas Natural y Sonatrach han tenido lugar en territorio enemigo. Las visitas a la capital argelina han sido tan frecuentes que en la compañía hablan de un verdadero "puente aíéreo" entre Barcelona y Argel. Aunque las negociaciones se iniciaron con una visita oficial del ministro de Industria, Miguel Sebastián, a la capital del país magrebí, lo cierto es que el peso de las conversaciones ha recaído sobre las espaldas del equipo directivo de Gas Natural, que reconocen que el proceso ha sido muy complicado. De hecho, el acuerdo, que parecía inminente desde hacía varias semanas, se frustraba en el último momento por "algún fleco".
Ni siquiera el martes, cuando se selló definitivamente el pacto, las tenían todas consigo. Por si acaso, allí había un fotógrafo para certificar el armisticio.
