El nuevo rebrote de la crisis griega provoca en la banca píérdidas latentes en su cartera de deuda soberana superiores a los 10.000 millones de euros. Los bonos de los países perifíéricos se desploman en los últimos 30 días: el valor de la deuda griega ha caído un 10,6%, la portuguesa cede un 10,8%, la irlandesa un 6,3%, y la española un 2%.
La banca española acumula unas píérdidas latentes en deuda pública perifíérica de unos 1.700 millones de euros, la mayor parte por la tenencia de la propia deuda española. Así, su cartera de deuda nacional pierde unos 990 millones de euros de valor. En deuda portuguesa, donde la banca española es la primera acreedora, la caída es de unos 910 millones.
La banca alemana y la francesa son las mayores perjudicadas al poseer las mayores cantidades de deuda de los PIGS. La banca germana, cuya mayor posición se encuentra en España (20.400 millones de euros), sufre unas píérdidas latentes en el último mes de 2.900 millones, lastrada sobre todo, por su elevada posición en Grecia (16.200 millones).
La banca francesa, que ve reducido el valor de su cartera de deuda pública en 2.400 millones de euros, tiene su mayor presencia en deuda pública española (unos 22.000 millones de euros), pero la mitad de las píérdidas proviene de la deuda griega. Precisamente, la agencia Moodys ha situado en revisión los ratings de los bancos galos Credit Agricole, BNP Paribas y Societíé Generale por su exposición a Grecia.
En el aviso de Moodys no pesan las eventuales píérdidas de los últimos días, sino el impacto de un más que probable default y los efectos que una reestructuración de la economía griega tendría no sólo en el sector público griego, sino tambiíén en el privado. En este sentido, la exposición de la banca francesa al sector privado heleno es la mayor de todas, casi 30.000 millones de euros frente a los apenas 8.000 millones de los bancos alemanes.
La incertidumbre que provoca otro posible rescate de Grecia es el catalizador de la nueva degradación de la deuda de los países perifíéricos del euro. El BCE se muestra reacio a asumir una suspensión de pagos y busca una solución que, para Alemania, pasaría por la entrada obligatoria de la banca privada.
A la dilación en la búsqueda de soluciones se unía este martes el aviso de Fitch de que podría rebajar aún más la calificación de la deuda griega si se produjera una reestructuración encubierta.
El país heleno es el que provoca mayores píérdidas a la banca extranjera en el último mes: unos 4.100 millones a la banca de todo el mundo, de los que 1.700 millones corresponden a la banca alemana, 1.150 millones a la francesa y 260 millones a la británica. Todas estas píérdidas aumentarían con una bancarrota del país griego y con su posterior arrastre del sector privado.
La caída del precio de la deuda portuguesa ocasiona píérdidas latentes a la banca extranjera de unos 2.670 millones de euros en los 30 últimos días. Las píérdidas producidas por la deuda pública irlandesa son de 880 millones y las de la deuda española –incluida las de los propios bancos nacionales- son de 2.400 millones.
