La consultora Ernst & Young prevíé que el Producto Interior Bruto (PIB) de España crezca 0,7% en 2011, y 1,2% en 2012, una díécima más de lo que preveía para ambos años el pasado mes de abril, según indica en su informe "Eurozone Forecast", publicado hoy.
Las previsiones de Ernst & Young contrastan con las del Gobierno, que vaticina un crecimiento del 1,3% para este año y del 2,3 % para 2012.
Pese a que la economía española muestra "algunos" signos de recuperación lentos, las perspectivas continúan siendo "muy frágiles" y es poco probable un cambio "rápido" de tendencia ante el "necesario" proceso de ajuste fiscal, afirma la consultora.
Por lo que se refiere al consumo privado, íéste se mantendrá plano mientras persista la "grave" situación del mercado laboral, que alcanzará en el conjunto del año el 20,5%, antes de reducirse al 19,9% en 2012.
Pese a los datos de paro tan elevados, el informe asegura que la situación real es "algo menos negativa" ya que existe un "amplio" porcentaje de empleo no registrado oficialmente dentro de las pequeñas y medianas empresas.
Esta situación, que tendría un impacto positivo sobre el consumo, supondría a la vez una menor recaudación tributaria con su consiguiente efecto negativo sobre el proceso de consolidación fiscal, indican los autores del informe.
La consultora valora los avances del Ejecutivo
Ernst & Young prevíé que la inflación se sitúe en torno al 3,3 % para finales de este año y considera que la subida de los precios y el desempleo, unidos a la necesidad de reducir la deuda por parte de las familias, limitarán el crecimiento del consumo al 0,1% en 2011, con una modesta aceleración del 0,6% para 2012.
Por otro lado, la consultora valora los avances del Gobierno en la reducción del díéficit público y se mantiene "moderadamente optimista" con respecto al compromiso del Ejecutivo de cumplir con los objetivos marcados.
