La primera vez que la media de firmas de análisis recortó el precio objetivo de Telefónica en 2011 fue el pasado 25 de mayo, un 2,44 por ciento. Este tijeretazo era una advertencia a la compañía de telecomunicaciones, a la que los problemas no paran de crecerle.
Por un lado está la desconfianza en torno a su capacidad de generar la suficiente caja para pagar su dividendo con cargo al 2012, teniendo en cuenta que actualmente destina un 90% de su pay out a la remuneración de sus accionistas.
Por otra parte, con independencia de la reacción del mercado el hecho de que anunciase un ERE y despuíés lo ampliara no fue bien recibido dado el contexto de altos niveles de desempleo que está atravesando España. Y, para rematar la faena, se ha visto obligada a retrasar la salida al mercado de su filial Atento, debido al repunte del diferencial del bono alemán con el español.
¿Quíé le pasa a Telefónica?
El consenso de mercado sitúa la valoración de Telefónica en 20 euros, cifra que proporciona a la compañía -que cotiza cerca de sus mínimos en el año- un recorrido superior al 20% a un año.
Pero, si en vez del precio objetivo medio se observa la horquilla de valoraciones emitida por los 45 bancos de inversión que siguen la evolución de la teleco, destaca la disparidad de opiniones entre firmas españolas y extranjeras. La valoración más negativa de una firma española es la de Mirabaud, 19,2 euros, frente a los 13 de Liberum capital.
Si se toma el precio objetivo medio que establecen las firmas nacionales, 21,13 euros, y se compara con el de las extranjeras, 18,78 euros, la distancia entre ambos es de un 12,53%.
Disparidad de opiniones
¿A quíé se debe esta distancia en las opiniones? En el contexto actual, en el que la difícil situación que encara Grecia está salpicando al resto de países PIGS, es inevitable preguntarse dos cuestiones: cómo influye la escalada de la prima de riesgo en particular y cómo la marca España en general. Respecto al primer interrogante, fuentes del mercado explican que los inversores suelen ponerse bajistas en los países donde sube el factor riesgo y tiran de los valores que son más líquidos y, por consiguiente, más fáciles de vender como Telefónica, que es la compañía con mayor peso bursátil del Ibex 35 y, con el mayor volumen de negociación del mercado español, incluso del EuroStoxx 50.
Respecto a la segunda cuestión, aunque el mercado nacional sea una parte muy reducida de su negocio, las posibilidades de crecimiento en esta área siguen preocupando. "En el fondo el problema es que hay mucho pesimismo en España y los analistas creen que no van a generar suficiente caja para pagar su dividendo", explica Iván San Fíélix, de Renta 4, que añade: "Las oportunidades de crecimiento (en España) son cada vez menores, porque el mercado está maduro. El hecho de que el mercado no se porte bien lleva a las compañías a recortar sus tarifas y esto hace que se reduzcan los márgenes. Lo que se está viendo en España es un ajuste de capacidad".
En cambio, otras fuentes del sector apuntan a que la amplia diferencia de criterio entre analistas nacionales y extranjeros radica en la alta exposición de Telefónica al mercado latinoamericano, cuyo potencial de crecimiento suele ser más apreciado por las casas de inversión españolas en detrimento de las de otros países, que suelen fijarse más en otras áreas emergentes como la región Asia-Pacífico.
La situación del Santander
Este hecho tambiíén podría servir para explicar la fuerte discrepencia entre los analistas españoles y extranjeros en Santander. Para muestra, un botón: Mirabaud repite como la firma española más conservadora al ver a Santander en 9,9 euros, mientras hay analistas extranjeros que ven a a la entidad por debajo de los 8 euros, como Sociíétíé Gíéníérale o Macquarie, que sitúan el precio ideal del banco en los 7,8 y los 7,7 euros por acción respectivamente. La distancia entre la media de precios objetivos que fijan los analistas españoles y los extranjeros es del 9,40% (ver gráfico)
Esta diferencia de precios objetivos sigue siendo baja teniendo en cuenta que el banco cotiza por debajo de los 8 euros, según apunta un analista que no quiere ser citado. Dado además el escenario de incertidumbre que ha generado la situación económica griega, este experto apunta como una posible explicación del pesimismo de las casas de inversión internacionales que las previsiones de íéstas incluyan repuntes de la prima de riesgo mayores combinadas con valoraciones de España más bajas de las que le corresponden.
Se trata de una postura que comparten desde Banca March; en la presentación de las perspectivas de la entidad para el segundo semestre de 2011 la analista Ofelia Marín explicó que el sector financiero está siendo uno de los más afectados por las primas de riesgo, porque están teniendo más dificultades para financiarse en el mercado y porque es claramente un sector tenedor de deuda.
Existe otro punto que, si bien de carácter intangible, puede ejercer influencia a la hora de valorar al banco. La falta de transparencia en las cuentas de la familia Botín, unida a la condena a tres meses de prisión de su consejero delegado, Alfredo Sáenz, por su gestión en Banesto, cuestiona la reputación del grupo.