Contra viento y marea, Banca Cívica y Bankia aguardan el visto bueno de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) para salir a bolsa antes del 15 de julio. Porque el momento para estrenarse en los mercados no puede ser peor. Se han suspendido la mitad de las ofertas públicas de venta (OPV) anunciadas y de las que se han ejecutado, el 75% de las acciones cotizan por debajo del precio de colocación.
La lista de empresas que han decidido aplazar sus planes de conseguir dinero a travíés de una oferta de acciones es muy larga. Las últimas han sido Saint Gobain, que ha aplazado una OPV de su filial Veralia por 1.100 millones de euros, o el Gobierno de Noruega, que ha suspendido la venta de 3.000 millones de euros en acciones del banco Nordea. Ambas cancelaciones se han producido en las últimas 48 horas.
Otras menos conocidas, como Pionner Power Solutions, Stewart & Stevenson, Agendia y Russian Tecnologies, han optado por detener tambiíén sus procesos por las malas condiciones de los mercados. En total, unas 25 suspensiones de OPV, la mitad de las operaciones que se habían anunciado públicamente. En mayo, la sociedad que gestiona el Aeropuerto de Moscú tampoco se atrevió a desafiar las adversidades en otra transacción de 1.000 millones de euros. Una decisión similar a la que adaptó el grupo francíés Lagardí¨re con la colocación de Canal+ Francia.
“En mis 30 años de banquero de inversión, nunca he visto una situación peor para hacer una salida a bolsa. El mercado está seco porque los inversores han perdido mucho dinero con las OPV de este añoâ€, explica el máximo responsable de un gran banco internacional. Algunas han caído más del 20%. Y es que de todas las empresas que finalmente han podido saltar al parquíé, el 75% cotizan por debajo del precio de venta. Solo han aguantado, y no todas, las tecnológicas.
La última y más importante es Glencore, la mayor operación de 2011. Los que suscribieron los 7.000 millones de euros en acciones del grupo de materias primas han llegado a perder más del 10% de su valor. Entre los que compraron sus títulos están BlackRock, el mayor fondo del mundo, y Aabar, uno de los fondos soberanos de Abu Dhabi. Ahora cotiza a 490 peniques, un 7,5% por debajo del precio de la OPV (530), lo que ha impedido a Morgan Stanley, banco agente, a ejercer la opción de compra adicional o green shoe por otros 116 millones de títulos. Ha tenido que anular una colocación acelerada por 880 millones de libras.
Del posibilismo al realismo
Para junio se esperaban las ofertas de acciones de Bankia, Cívica y Unicredito, que en abril anunció una ampliación de capital de 5.000 millones de euros para recapitalizarse. Lo mismo ha hecho UBI, el cuarto banco comercial italiano, que capitaliza 4.000 millones y quería conseguir 1.000 a travíés de una oferta pública de suscripción (OPS). “Será difícil que salga alguna. Y si lo hacen, va a ser complicado que puedan finalizar la colocación. No es un tema de precio, sencillamente que no hay mercadoâ€, asegura otro banquero de inversión.
Algunos de los colocadores implicados en la ampliación de Bankia apuntan que “hay que pasar del posibilismo al realismo. Una cosa es querer y otra poder. Pero esa decisión la tienen que tomar el banco y sus coordinadoresâ€, en referencia al papel de JP Morgan, UBS, Merrill Lynch y Deutsche Bank. El mejor ejemplo para definir la situación “fue la OPV de Atento. Si no pudimos colocar una empresa que es un bono en manos de Telefónica con un PER de diez veces, apaga y vámonosâ€.
En relación a las cajas españolas, un experto financiero añade que “si despuíés de crear el banco malo los inversores te piden un descuento de más del 50%, eso significa claramente que no se creen las valoracionesâ€. “Hay muchas prisas por salir a bolsa, pero lo lógico sería dialogar con el Banco de España y con Economía y ampliar el plazo para hacer la OPV o buscar otra fórmula para recapitalizarseâ€, sentencia.