La Cámara de Representantes rechazó ayer por amplio margen una medida que autorizaba al presidente Barack Obama continuar la acción militar contra Libia, un acto que representa un repudio al comandante en jefe de las fuerzas armadas.
La votación se decidió con 295 votos a favor y 123 en contra despuíés que Obama perdió el apoyo de 70 de sus demócratas, pese a que un día antes la secretaria de Estado, Hillary Rodham Clinton, hizo una exhortación de último momento en apoyo de la misión.
Aunque la acción del Congreso no tiene efecto inmediato sobre la participación estadounidense en el país africano, representa una situación embarazosa para un presidente en funciones y seguramente tendrá repercusiones en Trípoli y en las capitales de la Organización del Tratado del Atlántico Norte.
Es la primera vez desde 1999 que alguna de las cámaras vota en contra de una operación militar. La ocasión anterior fue durante el gobierno del presidente Bill Clinton en relación con la guerra en Bosnia.
La Cámara de Representantes planeó una segunda votación sobre un proyecto a fin de cortar los fondos para la operación.
Los líderes republicanos en la cámara baja presionaron para que se efectuara la votación sobre Libia, y otros miembros de ese partido dijeron que el mandatario violó la ley al no buscar aprobación del Congreso para la guerra de tres meses.
"El presidente ha operado en lo que se llama la zona de penumbra en cuanto a si necesitaba o no nuestra aprobación", afirmó el representante republicano Tom Rooney.
Algunos demócratas acusaron a los republicanos de interponer estrategias políticas que afectan la seguridad nacional. Dijeron que la votación enviaría un mensaje al líder libio Muamar Kadhafi. El representante Adam Smith, el demócrata de mayor rango en el Comitíé de Servicios Armados, dijo que la votación esencialmente "paralizará la misión en Libia y potenciará a Muamar Kadhafi".
La resolución derrotada es similar a una medida en el Senado patrocinada por los senadores John Kerry (demócrata) y John McCain (republicano), que Obama consideró aceptable. El Comitíé de Relaciones Exteriores de la cámara alta considerará esa resolución el martes próximo.
La segunda medida en la cámara baja es un proyecto para cortar los fondos que haría una excepción a las tareas de búsqueda y rescate, inteligencia, vigilancia, reconocimiento, reabastecimiento aíéreo y planificación operativa para continuar el esfuerzo en Libia. No tiene probabilidad de ser aprobada en el Senado de mayoría demócrata.
Republicanos y demócratas en la Cámara de Representantes objetan que Obama no haya buscado la autorización del Congreso como lo exige la Resolución de Poderes de Guerra de 1973 dentro de los primeros 60 días del conflicto, que ya han pasado con creces.
No es el momentoLa secretaria de Estado, Hillary Clinton, afirmó que "el tiempo y la historia" están del lado de EE.UU. y sus aliados y este no es el momento de abandonar a Libia. Se calcula que, para principios de junio, Estados Unidos ya había invertido poco más de 700 millones de dólares en su intervención en Libia, una cifra que fácilmente puede superar los 1,000 millones para finales de septiembre próximo.El rechazo a la continuidad de las operaciones en Libia, de todas maneras, es apenas un gesto simbólico en contra de Obama, a quien los congresistas exigen explicaciones sobre la estrategia y objetivos de la intervención de EE.UU. en ese país.La lucha de poderes entre el Congreso y la Casa Blanca sobre Libia se desarrolla en unos momentos en que, de cara a las elecciones de 2012, aumenta la oposición de la opinión pública a la guerra en Afganistán.Según una encuesta reciente del Centro de Investigaciones Pew, el 56 por ciento de los estadounidenses pide un fin de las operaciones militares de Estados Unidos en Afganistán.
Planes para Libia
En Londres, autoridades internacionales y la oposición en Libia han elaborado planes detallados para reconstruir la economía y la sociedad del país una vez derrocado Kadhafi.
Ayer, un diplomático británico, quien habló en anonimato, reveló los temas discutidos.
Los preparativos para la preservación de la ley y el orden, la reanudación de la extracción petrolera y el posible despliegue de fuerzas de paz de las Naciones Unidas para supervisar el alto el fuego fueron examinados durante las conversaciones en mayo.
En el diálogo tambiíén se analizó la posible integración de algunos funcionarios libios.
Dijo que un equipo de funcionarios de Gran Bretaña, Estados Unidos, Italia, Turquía, Dinamarca y otras naciones han analizado durante varias semanas los distintos escenarios con dirigentes de oposición en el este del país norafricano."Hemos emprendido el diseño de planes cuidadosos e integrales para los días, semanas y meses posteriores a la salida de Kadhafi", expresó el diplomático.Los planes, que se prevíé serán completados la semana entrante, incluyen la propuesta de un calendario para la reanudación de la extracción petrolera en la región oriental de Libia.Diversas fuentes consideran que existen pocos daños serios en esa zona que dificulten la extracción petrolera, y consideran que los trabajos podrían comenzar tres o cuatro semanas despuíés de la salida de Gadafi del poder.El equipo tambiíén examinó el desarrollo de las instituciones de la sociedad civil en Libia.Mediante borradores de las propuestas "se informará de las acciones internacionales, que encabezan las Naciones Unidas, en respuesta a las necesidades que ha expresado el pueblo libio", dijo el diplomático.El Consejo Nacional de Transición de Libia pretende dirigir al país hasta la realización de elecciones presidenciales, un proceso cuya preparación tardará muchos meses, según las previsiones.El diplomático británico reconoció que las diversas partes tuvieron muy en consideración los fracasos recientes en la concertación de planes para etapas posteriores a un conflicto.Estados Unidos y Gran Bretaña recibieron severas críticas debido a sus preparativos en Irak para el derrocamiento de Saddam Hussein."Hemos aprendido las lecciones de conflictos previos, por esto precisamente Gran Bretaña es la primera en apoyar los preparativos del gobierno libio", señaló el diplomático.