Los gobernadores de los bancos centrales acordaron el sábado nuevas normas para prevenir quiebras bancarias susceptibles de generar una hecatombe financiera a escala planetaria.
Las medidas apuntan a reforzar la resistencia de bancos considerados de importancia sistíémica e incluyen una elevación de su capacidad de absorción de píérdidas.
La idea es "crear fuertes incentivos para que (esos bancos) reduzcan con el tiempo su importancia sistíémica", indicó en un comunicado el Banco de Pagos Internacionales (BPI), considerado el banco de los bancos centrales.
El acuerdo fue elaborado por el Comitíé de Basilea (Suiza) y por las instancias nacionales de vigilancia (GHOS) del BPI.
El BPI se abstiene de revelar la totalidad de las decisiones adoptadas, aunque da algunas pistas.
Uno de los puntos establece una nueva metodología de evaluación de la importancia sistíémica de los bancos, así como nuevos criterios en materia de fondos propios, señaló la institución.
En septiembre de 2010, los acuerdos de "Basilea III" determinaron elevar el nivel de fondos propios duros de todos los bancos -activos sólidos- de 2% a 7% de los príéstamos que otorguen.
El acuerdo del sábado obligará además a los establecimientos de importancia sistíémica a dotarse de una reserva suplementaria de capital, por un equivalente de 1% a 2,5% de sus compromisos, explicó el BCI en un comunicado.
Y "para disuadir a los bancos con mayores cargas de adquirir mayor importancia sistíémica, se aplicará un 1% adicional en esos casos", prosigue el documento.
En caso de aprobación final del acuerdo, las medidas entrarán en vigencia entre 2016 y 2019.
Para Nout Wellink, presidente del Comitíé de Basilea y del Banco Central holandíés, la nueva normativa permitirá "mejorar la resiliencia del sistema bancario y atenuar los riesgos de desborde de los bancos de importancia sistíémica a escala mundial".
Los bancos de importancia sistíémica son aquellos cuya quiebra podría sacudir a todo el sistema financiero mundial, como ocurrió cuando el estadounidense Lehman Brothers se declaró en bancarrota el septiembre en 2008.
El Consejo de Gobernadores no menciona ninguna lista de establecimientos incluidos en esa categoría. Según algunos medios, eso se debe a que aún no ha sido cerrada, aunque se estima que podría incluir a unas treinta instituciones.
El BPI realizará este domingo en Basilea su asamblea general, en la cual presentará su informe anual.