Caja Madrid y sus socios no forzarán el estreno bursátil de Bankia, el banco cotizado del grupo, si mañana Grecia no respalda el nuevo plan de ajuste y hace descarrilar el proyecto de rescate. El grupo, que había previsto dar el pistoletazo de salida a la operación entre ayer y hoy, esperará a ver la decisión del Parlamento heleno. El consejo de la sociedad matriz, BFA, será informado hoy de la situación de los mercados.
La cuerda floja por la que camina la salida a Bolsa de Bankia se vuelve cada vez más inestable. La prima de riesgo española sigue en cotas máximas, los inversores rehúyen cada vez más los valores bancarios europeos y todas las cancillerías miran con pavor la evolución de la crisis griega.
La decisión que mañana adopte el Parlamento heleno será clave tanto para el futuro del país como para el futuro de la zona euro, y el equipo de Rato lo tiene muy presente. El presidente de Caja Madrid y de Bankia -la filial bancaria de la alianza de cajas- es consciente de lo trascendental de la votación.
De acuerdo con fuentes conocedoras del proceso de salida a Bolsa, el grupo pospondrá hasta septiembre la operación si el legislador griego no aprueba el plan de ajuste que exige la Unión Europea para poner el marcha el segundo programa de rescate.
"Si Grecia aprueba el plan, habrá que ver quíé le parece a los líderes europeos, que querían una aprobación de consenso. Pero, en caso de que no se apruebe o la mayoría sea exigua, la salida a Bolsa está descartada", comentan estas fuentes.
En caso de que el rescate griego descarrile, el grupo liderado por Caja Madrid y Bancaja no se arriesgará a implementar el proceso de colocación de títulos. "Tambiíén está descartado poner en marcha el proceso y esperar al último momento para abortarlo: tendría un alto coste reputacional", explican las mismas fuentes.
El plan de austeridad que votará mañana el parlamento griego contempla una fuerte subida de los impuestos, ingresos por privatizaciones y recortes en el sector público con la eliminación de puestos de funcionarios. El partido del Gobierno, que defiende el ajuste, cuenta en principio con 153 diputados, cuando la mayoría está en 150 votos.
El consejo de Banco Financiero y de Ahorros (BFA), la sociedad holding del grupo, se reúne hoy para evaluar la situación de los mercados y los planes para comenzar a cotizar.
En caso de posponerse la salida a Bolsa, Bankia retomaría la operación en septiembre, aunque podría apelar a una prórroga hasta la primavera de 2012. Con el salto al parquíé espera captar entre 3.000 y 4.000 millones.
El folleto de Banca Cívica, a partir del miíércoles
Banca Cívica sigue trabajando con el objetivo de salir a Bolsa en julio y prevíé registrar el folleto de la operación a mediados o finales de esta semana. La entidad, al igual que Bankia, ha acusado las turbulencias de mercado y un entorno marcado por los problemas de Grecia, lo que le ha llevado a retrasar el arranque formal de la oferta. En principio el registro del folleto estaba previsto para la semana pasada pero ahora se hará mañana como pronto, según fuentes del mercado.
Entretanto, trabajadores de Cajasol, Caja Navarra, Caja Canarias y Caja Burgos, las cuatro cajas que conforman Banca Cívica, se concentraron ayer ante las sedes de las entidades en protesta por "las presiones que sufre la plantilla" en el proceso de salida a Bolsa. Según informaron a Europa Press fuentes de CC OO, los empleados denuncian que la entidad "está presionando a la plantilla para que coloque "a cualquier precio", las acciones del grupo. Una protesta que se convocó ayer despuíés de que muchos empleados tuvieran que trabajar el pasado fin de semana.
El peligro de perder compradores potenciales
Bankia lleva meses trabajando en su salida a Bolsa y a medida que se acerca la fecha de su esperado debut el entorno de mercado amenaza con truncar la operación. La entidad y los colocadores quieren evitar a toda costa retrasar la OPS al otoño, temerosos de los costes que acarrearía semejante decisión. Entre los principales peligros, más allá del impacto reputacional, estaría precisamente perder inversores potenciales.
Hace unas semanas, coincidiendo con la cancelación de la salida a Bolsa de Atento, uno de los bancos encargados de la salida a Bolsa de Bankia reconocía a este periódico el riesgo que implicaría retrasar la salida a Bolsa de la entidad. "Nada asegura que en otoño el entorno de mercado sea mejor que ahora. Además, se corre el riesgo de perder a los inversores que ya han apalabrado su intención de acudir a la oferta", explicaban.
El otoño, además, se perfila complicado. Loterías, la joya de la corona del Estado, tambiíén prevíé debutar en Bolsa, previsiblemente en noviembre, una operación mucho más fácil de vender que el negocio bancario de una caja española y que supondrá una importante competencia para las cajas, especialmente a la hora de atraer inversores particulares. El otoño presenta, además, otros peligros potenciales para la estabilidad del mercado como el posible adelanto de las elecciones generales. Todo indica, además, que los problemas de Grecia no se solucionarán esta semana y es previsible que, tras el verano, se siga negociando una solución a más largo plazo que garantice el pago de vencimientos futuros.
"La salida a Bolsa de Bankia se ha convertido en una cuestión de Estado. Saldrá a Bolsa sí o sí", auguraba hace unos días un experto en la compañía. La OPS de Bankia es sin duda uno de los acontecimientos más esperados del año. Su íéxito supondría un espaldarazo al proceso de reestructuración del sistema financiero, permitiría eliminar dudas sobre la salud del sistema bancario español y contribuiría a reducir la percepción de riesgo sobre España. Todos ellos son motivos de peso para que la operación siga adelante siempre que el entorno no elimine una mínima probabilidad de íéxito.
Grecia parece tener la llave del calendario de salida a Bolsa de las cajas. Quizá una solución para el país heleno a corto plazo consiga suavizar los miedos. El sentimiento de mercado, igual que empeora tambiíén mejora con rapidez. De momento, eso sí, pintan bastos.