Por... Bridget Carey
Para las compañías cuyas ganancias dependen de estuches ingeniosos para smartphones y tablets, sacar ventaja a la competencia significa apostar millones de dólares en quíé equipos triunfarán y cuáles fracasarán.
El sur de la Florida sirve de sede a un puñado de fabricantes de accesorios de equipos móviles, enzarzados en una dura batalla por participar en una industria que se espera recaude este año $34,000 millones.
Algunos productos, como es el caso de los estuches, no tienen dificultades para entrar al mercado: crear un diseño, conseguir alguien en China que lo fabrique y venderlo en una feria. Lo difícil es llamar suficientemente la atención para que la inversión valga la pena, y saber para quíé telíéfonos vale la pena crear accesorios.
“Hay demasiada gente entrandoâ€, dijo Michael Morgan, analista principal de equipos móviles de ABI Research. “El mercado de los estuches ha explotadoâ€.
Entre los que luchan por conseguir su parte del mercado está A. G. Findings & Manufacturing en Sunrise, que fabrica estuches protectores para telíéfonos y tablets. Por medio de convenios con las compañías de telíéfonos celulares, su oficina contiene docenas de modelos de smartphones que no han salido aún a la venta, algo a lo que a la mayoría de los blogueros de rumores tecnológicos les encantaría echar mano. Cuando el que vende mucho hoy pasa de moda mañana, el equipo tiene que estar en una carrera eterna por sacar productos a las tiendas antes de que se lance cada smartphone importante. Demorarse unas pocas semanas puede significar perder el 70 por ciento de las ventas a manos de un competidor.
Una compañía como AGF tiene que encontrar su nicho, y lo ha hecho: por medio de lanzar telíéfonos desde rascacielos y conseguir que lleguen al suelo en una pieza.
Su marca Ballistic, un estuche grueso, de varias capas, resistente a los choques, es lo que ha conseguido que AGF tenga ahora ingresos anuales de $15 millones, una cifra que representa ingresos duplicados cada año durante los últimos tres años. Su principal competidor es OtterBox, otro fabricante de estuches que pueden proteger telíéfonos celulares de caídas fatales, y que resulta una marca más reconocida en la mayoría de las tiendas. Ambas tienen un precio de alrededor de $50, pero AGF está vendiendo el suyo por menos para que las tiendas minoristas les dediquen más espacio en sus anaqueles.
“Estamos dispuestos a hacer menos ganancias que ellosâ€, dijo Fernando Tages, director de operaciones de AGF. “Ahora que estamos adentro, estoy seguro que ellos tendrán que competir con nosotros, y tambiíén tendrán que bajar sus preciosâ€.
Tages dijo que la marca Ballistic está en estos momentos en las tiendas de AT&T y deberá estar en otras tales como Best Buy, RadioShack y Wal-Mart para fin de año. Desde sus comienzos en 1993, la línea de producción de AGF ha ido transformándose junto con la tecnología. Ellos hacían originalmente estuches y clips de cinturón para beepers — ¿se acuerdan de los beepers? — así como estuches geníéricos de cuero cosidos que podían servir para muchos modelos de telíéfono celular. Pero los smartphones actuales, con su pantalla plana de gran tamaño, son mucho más difíciles de entallar. Hacer un estuche requiere entre 8 y 12 semanas, y sacarlo a la venta el mismo día que se lanza el modelo de telíéfono es un reto cuando compañías como Apple mantienen en secreto los detalles de su modelo hasta el último momento,
Cuando AGF recibió la forma que se rumoraba tendría el iPhone 4 de manos de una fuente desconocida, sus ejecutivos tuvieron que tomar una decisión a toda velocidad. ¿Habría hecho Apple de verdad un iPhone 4 macizo? ¿O sería una pista falsa para engañar a los medios de prensa? Para lanzar un estuche a tiempo, tendrían que confiar en que la información era verdadera.
“Dijimos: ‘Tenemos que hacerlo’. Pudo haber sido un desperdicio total de tiempo y dinero, y probablemente hubiera hundido a la compañíaâ€, dijo Tages. Pero resultó que las medidas eran válidas. “Esos fueron unos tres meses aterradores para nuestra compañíaâ€.