Italia se ha unido, finalmente, a España como foco de atención de los mercados como consecuencia de la crisis de deuda. Con innumerables problemas políticos internos, una deuda que supera el 120% del PIB y un plan de ajuste pendiente, el miedo al contagio de la crisis griega ha disparado el rendimiento de los bonos italianos, que hasta ahora parecían haber capeado el temporal.
La rentabilidad de los bonos italianos a 10 años alcanzó el lunes el 5% -los españoles están en el 5,6%-, igualando los máximos marcados el 9 de marzo de este año y tras cuatro días consecutivos al alza. El 10 de mayo del año pasado el rendimiento de los títulos de este país pegó un estirón: desde el día 9 hasta hoy se ha incrementado un 34% y desde los mínimos de abril de este año se ha disparado un 75%. Así, la prima de riesgo italiana se sitúa por encima de 210 puntos básicos.
Difícil tarea de ajuste
El Gobierno debe aprobar un plan de austeridad esta semana con el objetivo de reducir el díéficit fiscal que sufren de aquí a 2014 y fuentes del Ministerio de Economía italiano citadas por Reuters aseguran que el plan contempla un ahorro de unos 43.000 millones (3.000 millones este ejercicio, 5.000 millones el año que viene, 20.000 millones en 2013 y 15.000 en 2014). Y todo ello con la fuerte inestabilidad política que domina al Gobierno de Silvio Berlusconi, que además de tener pendientes varias demandas judiciales, ha sufrido varias derrotas electorales.
La tarea del ministro de Economía, Giulio Tremonti, no será fácil, destacan los analistas. Con un crecimiento económico casi nulo, el país deberá realizar un esfuerzo mayor que el que se exigió el año pasado con el impopular plan de austeridad de 25.000 millones adoptado para 2011-2012.
Entre las medidas que el Gobierno estudia figura el aumento de la edad de jubilación de las mujeres en la empresa privada, congelar los salarios de los funcionarios, reducir los gastos del Estado, en particular en el campo de la salud en algunas regiones.
Italia cerró 2010 con un díéficit presupuestario del 4,6% y con una deuda del 120% del PIB, la segunda más alta de la eurozona por detrás de Grecia. Y en las últimas semanas las agencias de calificación han lanzado advertencias sobre la economía el país mediterráneo.
Desconfianza generalizada sobre la economía italiana
Moody’s puso bajo revisión el rating de Italia por las debilidades macroeconómicas estructurales que sufre el país y que, como sucede tambiíén en el caso de España, se agravarían si el BCE volviese a elevar los tipos –una opción que no está descartada para julio-. Y advertía de que la creciente preocupación sobre la capacidad que tendrá Italia para llevar a cabo políticas de consolidación fiscal que ayuden a rebajar el nivel de deuda y mantenerlo en cotas razonables.
Unos días despuíés la agencia puso bajo observación la valoración de 16 bancos, lo que hundió la cotización de los mismos en la Bolsa de Milán. Tambiíén Standard & Poor’s rebajó en mayo la perspectiva de la calificación del país de estable a negativa.
Y el presidente del Eurgrupo, Jean-Claude Juncker, advirtió hace una semana que la crisis griega puede contagiar a Bíélgica e Italia, según las declaraciones que recogía el Sí¼ddeutsche Zeitung. De hecho, Juncker afirmó que el contagio a Italia podía llegar “incluso antes que a Españaâ€.