Por... BEN DOBBIN
ROCHESTER, Nueva York, EE.UU. -- Las innovaciones catapultaron a Eastman Kodak como una de las marcas más reconocidas en el mundo y la imitación en que incurrieron sus rivales podría contribuir a que la pionera de la fotografía pase a ser un recuerdo.
La compañía de 131 años, que popularizó la fotografía a partir de la cámara Brownie de cajón en 1900, está buscando un triunfo lucrativo esta semana en una demanda por violación de patente interpuesta contra Apple Inc. y Research in Motion Ltd., fabricantes del iPhone y el Blackberry.
Un fallo favorable en la disputa comercial aliviaría al menos temporalmente las presiones crecientes que pesan sobre la fabricante de cámaras, película e impresoras. Kodak, que ha sido lenta en desprenderse de los rollos de celuloide, se esfuerza por erigirse como una potencia en la fotografía digital.
Su inventiva le ha permitido revertir cuatro años de píérdidas para volver a obtener ganancias en 2012. Kodak tiene una línea promisoria de productos pero necesita otras fuentes de ingreso antes de que las inversiones en ese sector empiecen a dar sus frutos.
Las patentes de Kodak otorgan a la empresa derechos exclusivos para vender o licenciar sus invenciones. Desde 2008, Kodak ha recibido casi 2.000 millones de dólares en cuotas por concesiones y regalías, tanto en negociaciones como ante los tribunales.
La disputa de la compañía con Apple y RIM se centra en una tecnología que Kodak patentó en el 2001 para extraer una instantánea previíéndola en la pantalla digital de la cámara.
El director ejecutivo de Kodak Antonio Píérez calcula que la empresa podría recibir 1.000 millones de dólares de las dos empresas durante la vida de la patente si recibe un fallo favorable el jueves ante la Comisión de Comercio Internacional, en Washington DC.
Como esa agencia federal puede bloquear la importación de productos que violen patentes, una victoria de Kodak podría obligar a Apple y a RIM a invertir cientos de millones de dólares cada una en el pago de licencias para traer los telíéfonos multiusos fabricados en el exterior.
Apple -con sede en Cupertino, California- y RIM -de Waterloo, Canadá- se negaron a formular comentarios.
La transición de Kodak al nuevo mundo de la fotografía se vio demorada por su resistencia a abandonar la película de celuloide. La mayor fabricante del mundo finalmente se pasó al ámbito digital en 2004, cuando gastó 3.400 millones de dólares para cerrar fábricas anticuadas, cambiar el negocio y eliminar 37.000 de sus 64.000 empleos.
Un cronista del ramo, John Larish, equiparó el choque de Kodak y la revolución digital con el de Titanic y el tíémpano. Considera que los pagos por patentes son sólo uno de los recursos con los que Kodak trata de mantenerse a flote.
Larish, que trabajó para Kodak en la díécada de 1980 como analista del mercado, opinó: "No se puede vivir solamente de patentes que expirarán en algún momento".
Kodak produjo 11.000 patentes a lo largo de díécadas. La compañía inventó la primera cámara digital en 1975, pero 35 años despuíés lucha por mantener por lo menos su propiedad intelectual.
La nostalgia tambiíén desempeña un papel en esta lucha. Muchos no pueden creer que ese icono estadounidense pueda correr peligro mortal.
"El sentimiento es profundo y a veces irracional y sentimental", sentenció James Kelleher, director de investigación de Argus Research en Nueva York, al comentar cómo muchos estadounidenses atesoran los recuerdos de las cámaras y fotos de Kodak asociándolos con momentos felices de su niñez.