INICIO FOROS ÍNDICES DIVISAS MATERIAS PRIMAS CALENDARIO ECONÓMICO

Autor Tema: 8 RAZONES POR LAS CUALES SE ES UN DESASTRE PARA INVERTIR EN ACCIONES  (Leído 254 veces)

Txetxu

  • Socio Foxinver
  • Excelente participación
  • ***
  • Mensajes: 2.781
  • Karma: +2/-1
  • Sexo: Masculino
James Altucher, gestor de hedg funds además de columnista de Financial Times, The Wall Street Journal y CNBC y autor de varios libros de inversión, mantiene su visión optimista sobre el mercado y la previsión de un Dow Jones en 20.000 puntos en los próximos 18 meses.

Sin embargo, su espí­ritu crí­tico le hace aconsejar primero que tomen sus propias decisiones y despuíés señala ocho razones por las cuales uno es un desastre a la hora de negociar acciones, comentando quíé hacer a cambio:

1. Usted no es tan bueno para esto. Es realmente difí­cil poseer acciones. No se trata tan solo de elegir una acción y verla subir 1.000%. Es comprarlas y a veces verlas caer 80% antes de que termine subiendo 20% por encima de su precio de compra. Es esperar. Es paciencia. La psicologí­a es al menos 80% del juego. ¿Y saber cuándo vender? Incluso más difí­cil.

No necesito repasar las estadí­sticas. La mayorí­a de las personas venden cuando las acciones están por el piso y compran cuando están por los cielos. Nueve de cada 10 personas creen que son conductores mejores al promedio. Nueve de cada 10 personas creen que son inversionistas superiores al promedio. Ambas son matemáticamente imposibles.

2. Su competencia quiere cortarle el cuello en un callejón oscuro. Todos los buenos inversionistas salen todos los dí­as y se aprovechan de los errores de los aficionados. Quieren quitarle la billetera, robar sus diamantes, y luego, despuíés de que le han quitado lo que pueden, le pegarán un tiro frente a sus hijos y desaparecerán en la oscuridad de la noche.

3. Competencia, Parte II. Conozco otro tipo. Tiene un programa que escruta las bases de datos de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos en busca de cambios microscópicos en cualquier documento. ¿Sabe usted quíé ocurre cuando algunos de esos documentos cambian apenas un poco? Sale un comunicado de prensa una semana despuíés. Una acción se paraliza. Abre al alza o a la baja en 50%. ¿Quiíén ganará el dólar? ¿Usted, o el tipo que escribió 100.000 lí­neas de código para escrutar los datos?

4. Es principalmente un fraude. He estado en la alta gerencia o vinculada con ella en dos compañí­as que cotizan en bolsa y, además, he conocido a muchos directores financieros. Jamás confiarí­a en ninguno de los informes trimestrales de los formularios 10Q, no importa cuánto cumpla con los estándares del gobierno. Enron cumplí­a con los principios generalmente aceptados de contabilidad de Estados Unidos (GAAP, por sus siglas en inglíés), hasta que declaró la quiebra y fueron todos a la cárcel o murieron misteriosamente. Si usted estaba totalmente cargado de tales acciones usted tambiíén hubiera muerto, porque lo que ocurre a los accionistas en tales casos no es divertido.

5. La verdadera fortuna en la bolsa sólo llega si usted toma todas las decisiones equivocadas y luego tiene suerte. Daríé un ejemplo: imagine que la mayor parte de su portafolio está en una acción, sin haberse diversificado por 20 o 30 años, y haberla visto caer a veces más de 50%, quizá incluso en un dí­a. ¿Adivine quiíén comete errores así­? Bill Gates (quien hizo su fortuna con Microsoft) y Warren Buffett (acciones de Berkshire-Hathaway). Entonces la gente que realmente gana una fortuna en la bolsa rara vez diversifica su portafolio y nunca venden. ¿Sabe usted cuánta gente se enriquece así­? Menos de 100. Luego están los otros 100 millones de personas que tienen acciones.

6. Competencia, Parte III. Algunas firmas de corretaje establecen sus operaciones justo al lado de los edificios con computadoras que procesan todas las negociaciones de las bolsas. Luego pagan por cables de alta velocidad para que vayan directamente a estas bolsas para que sus transacciones lleguen allí­ antes que las suyas. Esta gente gana mucho dinero en los mercados al llegar a cada oferta y compra antes que los demás. Es una carrera a fondo pero se ganan miles de millones. Entonces ahora vemos que la ví­a para una enorme riqueza es o bien negociar en milloníésimas de un segundo o tener enormes bloques de su riqueza neta en una acción por varios años. Esta no es una buena estrategia para el 99,9% de las personas.

7. ¿Y quíé me dice de las transacciones que se hacen en un mismo dí­a? Muchas personas parecen hacerlo de manera exitosa. Se me critica mucho por decir a la gente que nunca invierta de esta forma. Algunos querí­an mostrarme sus declaraciones de impuestos para demostrarme cuán bien negociaban. No pierdan su tiempo. Algunas personas se enriquecen tocando el violí­n, tambiíén. No significa que los otros 6.000 millones de personas en el planeta deberí­an tocar en Carnegie Hall.

8. Las acciones son realmente aburridas. Fuera de la de Apple, que es divertida. Tengo una acción ahora mismo de una empresa que fabrica un medicamento contra las irritaciones del intestino. ¿Sabe cuántas horas tuve que investigar sobre medicamentos para el sí­ndrome del intestino irritable? ¿Y luego hablar durante horas con los presidentes ejecutivos de cada compañí­a que producen estos medicamentos? ¿Y luego tratar de saber cuán grande es el mercado? No es tarea fácil.

¿Admitirí­a usted en una encuesta que tiene sí­ndrome de intestino irritable? Y algunas de las curas suenan peor que la enfermedad. ¿Y luego cómo valora a una de estas compañí­as? Dios mí­o, es tan aburrido. Y ahora tengo esta acción que creo le irá bien. ¿Pero cuándo? Quizás caiga por cinco años antes de que suba 1.000%. ¿Quiíén sabe? Quizá alguien tiene un mal dí­a en la FDA (quizá una irritación de intestino que no fue diagnosticada) y un medicamento que todos daban por sentado que serí­a aceptado es rechazado. ¿Quiíén sabe? No importa cuánta información tenga sobre una acción, vamos a estar muertos dentro de 100 años de todas maneras. Pero, con suerte, morirán menos personas por el sí­ndrome de intestino irritable.

¿Quíé hacemos entonces? Siga a los mejores inversionistas. Diversifique mediante sus portafolios. Especí­ficamente, compre las acciones más recientemente adquiridas por Warren Buffett.

Mastercard es su nueva elección. Tiene acciones por US$54 millones. Buffett es un inversionista demográfico, por lo que mirarí­a sus acciones en salud (apostando a una población de la generación de posguerra en envejecimiento): GlaxoSmithKline y Sanofi. Su acción energíética, Exxon, cotiza a ocho veces las ganancias.

UPS es una apuesta a una economí­a creciente que tambiíén tiene. Pero Costco, elegida por su mano derecha, Charlie Munger, es una apuesta de que miraremos nuestras billeteras con más cuidado. Me gusta Washington Post, una de sus elecciones más antiguas. No por el diario sino por el hecho de que todas las ganancias vienen de la creciente división de pruebas educativas Stanley Kaplan.

Además, creo que Don Graham es uno de los mejores presidentes ejecutivos. Hace falta una acción financiera. La segunda cartera más grande de Buffett es Wells Fargo, que compró durante la crisis financiera. Y una buena acción del consumidor: Buffett ha comprado Wal-Mart en los últimos años.

Compre estas acciones y retíéngalas sin importar todos los vientos en contra que los medios tiren en su contra. Esta cartera está diversificada, es barata y el mejor inversionista del mundo ha escogido estas acciones para usted. No meta la pata. Es triste pero muchas personas caen en los errores tí­picos cuando uno negocia acciones.

Y sujíétese con fuerza durante la volatilidad camino a los 20.000 puntos del Dow.

Fuente: James Altucher, director gerente de Formula Capital y autor de seis libros de inversión.


ALQUILA ESTE ESPACIO PARA TU PUBLICIDAD