El reciíén creado grupo de Pequeñas y Medianas Empresas del Banco Mundial (MSME, en inglíés) inició hoy su actividad con un príéstamo de 50 millones de dólares a Túnez, dentro de un plan previsto de 500 millones para toda la región del Oriente Medio y Norte de ífrica en los próximos años.
"La MSME es una potente y oportuna respuesta a la extendida falta de acceso a la financiación y trabajo en toda la región", explicó Shamshad Akhtar, vicepresidente para Oriente Medio y Norte de ífrica del Banco Mundial, en un comunicado del organismo.
"Un sector dinámico, abierto y creciente de pequeñas y medianas empresas puede ayudar a crear trabajo y abrir el acceso a oportunidades de mercado, a un ritmo a la par con su crecimiento. Necesitamos urgentemente arrancar este motor y, para ello, facilitar el acceso a la financiación es fundamental", agregó el funcionario del BM.
El organismo multilateral remarcó que en la región del Oriente Medio las pequeñas y medianas empresas son imprescindibles para crear millones de empleos, pero estas tienen uno de los niveles de acceso a críéditos más bajos del mundo, apenas un 10 % de sus gastos están financiados por una entidad bancaria.
Asimismo, el BM subrayó que es igualmente importante que "el flujo de dinero hacia estos países y empresas se haga dentro una atmósfera de regulación justa, con transparencia y buena gobernabilidad".
A travíés de la Corporación Financiera Internacional (IFC), brazo del sector privado del organismo multilateral y que invertirá en el MSME 150 millones de dólares, se ofrecerá a los Gobiernos, reguladores y empresas asistencia tíécnica y seguros financieros.
"En Oriente Medio y el Norte de ífrica existen más de 20 millones de pequeñas y medianas empresas y millones de jóvenes desempleados (...) con esta nueva institución tratamos de demostrar que abrir su potencial puede tener un gran efecto en el crecimiento regional", afirmó Dimitris Tsitsiragos, vicepresidente del IFC para la zona.
Túnez será el primer país en recibir esta ayuda que busca estimular las empresas en el nivel más bajo de la escala comercial, y se espera que le sigan otros países de la región en el futuro próximo.
Las pequeñas y medianas empresas, que suponen el 97 % de la economía de Túnez, se encuentran en un difícil ambiente operativo debido a las restricciones de liquidez que tienen los bancos tunecinos tras las recientes revueltas populares que forzaron la salida del poder del presidente Ben Ali.
"El príéstamo del BM está diseñado para aligerar estas restricciones de empresas solventes en otras circunstancias y apoyar la expansión de este sector y el empleo en Túnez", apuntó Douglas Pearce, del MSME