Se trata de cinco entidades españolas (Cataluña Caixa, Banco Pastor, Unnim, Caja3 y la CAM), dos bancos griegos (Atebank y Eurobank EFG) y uno austríaco (Volksbanken). El banco alemán Helaba se retiró de los test tras saber que suspendía.
En total, los bancos que no pasan las pruebas de solvencia necesitan un capital adicional de 2.500 millones de euros. La entidad de la UE que requiere más fondos es la CAM (947 millones), seguida de Atebank (713 millones).
Otros 16 bancos se quedan al límite del suspenso, con un capital de calidad (core tier 1) de entre el 5% y el 6%. De ellos siete son españoles, dos alemanes, dos polacos, dos griegos y uno esloveno.
El escenario más negativo incluye una contracción del PIB en la eurozona del 0,5% en 2011 y del 0,2% en 2012, con tasas de paro del 10,3% y el 10,8% respectivamente.
Los bancos que han suspendido las pruebas tienen ahora un plazo de tres meses para presentar un plan de recapitalización. Estos planes deberán privilegiar soluciones del sector privado, pero los ministros de Economía de los 27 se han comprometido a acudir al rescate de las entidades que no logren fondos en los mercados.
Las subvenciones públicas a la banca deberán respetar las normas de la UE sobre ayudas de Estado, lo que significa que las entidades beneficiarias deberán reestructurarse y reducir su tamaño.
Para los bancos que están cerca del 5%, la EBA recomienda a los respectivos supervisores nacionales que les obliguen a adoptar medidas para reforzar su capital, como restricciones a los dividendos, ampliaciones de capital o actuaciones para reducir el apalancamiento.