S&P da 90 días a EEUU para aprobar un pacto fiscal creíble
por Estela S. Mazo en Expansión
La presión aumenta. Quedan 10 días para negociar un aumento del techo de deuda. Pero íése empieza a ser el menor problema.
¿Truco o trato? El Congreso de EEUU está cerca de vivir su particular Halloween. El terror se va apoderando de las negociaciones a medida que se acerca el fatídico día: el 2 de agosto, plazo límite para llegar a un acuerdo que eleve el techo de deuda y evite el impago. Es la temida fecha clave.
Tal es el miedo que los congresistas ya no tienen reparos en admitir que están jugando con las palabras como única vía para acercar un pacto. Para la opinión pública se descubrió ayer el truco.
Para el Congreso es sólo un trato. Es lo que plasma el último plan sobre la mesa, el del Grupo de los Seis, que afirma una cosa y toda la contraria: aseguran que elevarán cerca de “1,2 billones de dólares la recaudación por impuestos adicionales†y, páginas despuíés, en las conclusiones, proponen “reducir los impuestos netos de 1,5 billones de dólares con recortes tributariosâ€.
Todo es fruto de un pacto tácito para intentar llegar a un acuerdo escrito a corto plazo que evite el impago para, más tarde, meterse en negociaciones que den forma concreta a ese plan del Grupo de los Seis.
Pero el mercado no entiende de estrategias políticas. Quiere cifras. Y mejor aún: exige un plan específico que traslade a números las palabras. Así que mientras que en los pasillos de Washington se hablaba de esa ambigua protesta, entraba en escena S&P para atacar en la yugular.
En abril dijo que había un 33% de posibilidades de aprobar un recorte de rating. Daba al país dos años para poner en orden sus cuentas y evitar ese desastre (EEUU goza de una triple A desde la Primera Guerra Mundial). Ayer, amplió al 50% la probabilidad de la rebaja, de uno o más escalones. ¿Cuánto tiempo? Sólo 90 días.
Empieza la cuenta atrás. Y no sólo para llegar a un pacto. Es claro que si no lo hay para el 2 de agosto, la rebaja será automática: se recortará hasta “impago selectivo†en cuanto falle algún vencimiento de deuda o un pago de intereses.
Pero incluso si se aprueba un acuerdo, EEUU puede sufrir un recorte hasta AA+/A-1+ con perspectiva “negativa†si la agencia estima que no está acompañado de un plan creíble de consolidación fiscal. Esto podría suceder a principios de agosto.
Pero no sería el último paso. Hay más. Desde entonces, EEUU estará a prueba durante más de dos meses. Si se comprueba que el plan no es “creíbleâ€, podría llegar incluso la D, como amenazó S&P. Renta variable, críédito y bancos, consumidores o empresas sufrirían sus efectos. Para ellos no vale trato con truco.