Por... MARCO SIBAJA
BRASILIA -- Brasil comenzó a aplicar el miíércoles un gravamen sobre operaciones de contratos financieros, conocidos como "derivativos", que afectan el mercado de cambio, en una medida que busca frenar la violenta caída en la cotización del dólar, que esta semana alcanzó su nivel más bajo en más de 12 años, anunció el gobierno.
El ministro de Hacienda, Guido Mantega, explicó que la medida, publicada en el Diario Oficial de la Unión (gazeta oficial), impone un impuesto de 1% en operaciones de derivativos en el mercado futuro cuando la empresa tiene una posición vendida en dólares mayor a la comprada, en cuyo caso especularía con la devaluación de la moneda estadounidense.
El gravamen afecta esa diferencia entre la posición comprada y vendida para reducir el margen de lucro de la empresa que pretende especular con la operación de derivativo.
"Creo que con esta medida vamos a quitar una parte de la rentabilidad de la especulación, reduciendo su margen (de lucro). Esperamos que con esto haya una devaluación del real o por lo menos que no se valorice más", declaró Mantega a periodistas.
Los derivativos son contratos financieros realizados sobre la base de un contrato preexistente. En el caso del mercado de cambio, existe el contrato a futuro mediante el cual se compra una cantidad de dólares por una cantidad determinada de reales con un contrato de venta a futuro con un valor mayor, lo que constituye una forma de especular con la depreciación de la moneda norteamericana.
La disposición impactó el tipo de cambio desde las primeras operaciones en el mercado de cambio, con una apreciación de 1,36% en las primeras operaciones de la mañana del miíércoles frente al real brasileño.
Hasta el martes, la divisa estadounidense había acumulado una semana continua de bajas en la cotización que lo dejó en 1,53 reales por dólar, el nivel más bajo desde enero de 1999. El miíércoles se cotizaba a 1,56 reales en horas de la mañana.
Mantega anunció además que el gobierno exigió a las empresas a registrar todas las operaciones que con derivativos en dólares, incluyendo aquellas que son realizadas de empresa a empresa para tener mayor control sobre ese mercado. Actualmente solo se registran las operaciones efectuadas en la bolsa de valores.
Una tercera disposición modifica una medida anterior que establece un gravamen de 6% sobre los príéstamos de corto plazo captados por empresas brasileñas en el exterior. Mantega explicó que muchas empresas tomaban los críéditos con contratos a plazos largos pero lo liquidaban en el corto plazo para evitar el impuesto. La nueva medida tasa esas operaciones cuando la empresa intenta evitar el impuesto.
El ministro brasileño indicó que el dólar se ha devaluado en todo el mundo, en especial en los últimos días a causa del impasse entre el gobierno y el Congreso sobre el límite de endeudamiento del gobierno, pero admitió que en Brasil la depreciación fue mayor.
"En Brasil hubo una valorización más que otros países por las condiciones más favorables, con la economía creciendo sin ofrecer riesgo y un mercado más regulado y todo eso atrae capitales, tambiíén los especulativos", explicó Mantega.