Moody's estresa un poco más a los mercados. La agencia de calificación de riesgos anunció hoy que ha decidido poner a España en perspectiva negativa. Es decir, la prepara para una rebaja de un grado respecto de la calificación que tiene en la actualidad, de Aa2. La agencia destaca las presiones que se está encontrando el Estado para financiarse, y que el paquete de rescate a Grecia no ha hecho sino exacerbar estos problemas.
Por si no tenía suficiente ya, Moody's ha añadido esta mañana un poco más de presión a la deuda española. La agencia ha emitido un informe en el que sitúa a los bonos españoles en perspectiva negativa, lo que se considera la antesala de una más que probable rebaja de calificaciones a corto o medio plazo. La calificación de Aa2 con que cuenta España en la actualidad, sea dicho, es la tercera más alta para la institución y sigue siendo considerada "de alto grado". Ni siquiera una rebaja de un punto, como prevíé Moody's, desalojaría su deuda del pelotón de cabeza. La deuda española comenzará a cotizar hoy con una prima de 344 puntos básicos, y con una rentabilidad algo por encima del 6%.
La anterior vez que Moody's degradó a España fue en el mes de marzo. En aquel entonces argumentó que el coste de la reestructuración del sistema financiero español iba a ser superior al calculado por el Gobierno. Aquel anuncio se llevó a cabo el mismo día que el Banco de España hizo públicas las necesidades de capital de los bancos y cajas.
Según el informe de la agencia hecho público esta mañana, las trabas impuestas a los esfuerzos la consolidación fiscal del Gobierno por el díébil contexto de crecimiento y el continuo incumplimiento fiscal de las comunidades autónomas está lastrando sus calificaciones. Cuando Moody's revise su calificación, avisa, tendrá en cuenta además "su baja deuda pública en comparación con otros países de la UE con calificaciones altas", sus "íéxitos a la hora de cumplir sus objetivos presupuestarios en 2010" y la implementación de "reformas estructurales clave", que incluye "los progresos en la recapitalización del sistema bancario".
Moody's tambiíén ve con buenos ojos el hecho de que el Ejecutivo haya tenido íéxito a la hora de cumplir con sus objetivos de consolidación a medio plazo, si bien la agencia deja claro que los retos a largo plazo al equilibrio fiscal a largo plazo siguen siendo difícil por el bajo crecimiento económico y los incumplimientos de las corporaciones locales.
Moody's, así las cosas, ve la causa de muchos de los problemas de los desequilibrios en España en el comportamiento de la comunidades. Tanto es así, que, paralelamente, ha rebajado hoy el rating de Castilla-La Mancha (a A3), a la Comunidad Autónoma de Murcia (a A2), la Comunidad de Valencia (a A3), Cataluña (Baa1), Junta de Andalucia y a la Junta de Castilla y León (Aa3). Además, ha puesto en perspectiva negativa a Extremadura, Galicia y Madrid (las tres tienen una calificación de Aa2) y al País Vasco, que actualmente tiene un Aa1.