Standard & Poor"s (S&P) bajó sus evaluaciones en escala global en moneda local de largo plazo de Petróleos Mexicanos (Pemex) y del Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB), tras una acción similar a la calificación soberana de Míéxico por actualización de metodología.
S&P ajustó hoy la calificación soberana de largo plazo en moneda local de Míéxico a A- de A tras la implementación de la actualización de su metodología y supuestos revisados para calificaciones soberanas.
Al mismo tiempo, la firma internacional de riesgo crediticio confirmó las calificaciones soberanas de Míéxico en moneda extranjera de largo plazo en BBB y de corto plazo en A-3, con perspectiva estable.
En comunicados por separado, informó que S&P bajó calificación de riesgo crediticio en escala global en moneda local de Pemex y de algunas subsidiarias a A- desde A tras la baja de calificación soberana de Míéxico; tambiíén la perspectiva es estable.
Aclara que en el caso de Pemex, las calificaciones reflejan "nuestra opinión de que existe una probabilidad "casi cierta" de que el gobierno mexicano le ofrecería apoyo extraordinario oportuno y suficiente en caso de problemas financieros".
Atribuye esta posibilidad al vínculo integral entre Pemex y el gobierno, dada su propiedad total de la petrolera y que el gobierno dicta su estrategia, determina sus decisiones presupuestarias clave y mantiene un estrecho control sobre la empresa.
La perspectiva estable refleja las expectativas de la calificadora internacional de que la relación entre Pemex y el gobierno no cambiará de manera significativa en los próximos dos a tres años.
Por separado, informó tambiíén que hoy bajó sus calificaciones de críédito de contraparte en moneda local, en escala global, de largo plazo a A- de A y de corto plazo a A-2 de A-1 del IPAB, igual como reflejo de la acción sobre las calificaciones soberanas de Míéxico.
S&P confirmó las calificaciones en moneda extranjera de largo plazo de BBB y de corto plazo de A-3 del IPAB, así como sus calificaciones en escala nacional de mxAAA y mxA-1+. En todos los casos, la perspectiva es estable.
Explicó que si bien considera "que hay cierto respaldo para el IPAB por parte del soberano, las calificaciones se mueven simultáneamente y en la misma dirección".
Agregó que las calificaciones del IPAB podrían bajar a un nivel inferior al de las calificaciones soberanas si se presentan cambios en el marco legal que lo regula o en el nivel y manera en que recibe apoyo presupuestario anual mediante aprobación en el Congreso.
En ese caso, se traduciría en un mayor riesgo crediticio y operativo, e indicaría un cambio que podría afectar la sustentabilidad del manejo de deuda del IPAB